El impacto que produjo en Álvaro Uribe Vélez el anuncio de que en el
curso de los próximos seis meses se firmará un acuerdo de paz entre el gobierno
de Juan Manuel Santos y las FARC fue tan demoledor, que de la burla se puede
pasar fácilmente a desarrollar un sentimiento de genuina compasión.
Algo ocurre en él que parecería rebasar los límites de la cordura, y eso
debe tener en aprietos a la plana mayor de su partido (Óscar Iván, Rangel,
Paloma, José Obdulio…), que deben estar pensando ‘trágame tierra’ pero nada
pueden hacer, porque donde manda caudillo no interviene segundón, y segundones
son todos en el Centro Democrático, menos Uribe.
En el curso de las 48 horas siguientes al anuncio de una fecha para la
paz acompañado de la foto de Santos y alias Timochenko dándose la mano, Uribe envió
al menos 96 mensajes de Twitter que fueron vistos por sus cuatro millones de
seguidores (yo no, porque me tiene bloqueado), los cuales dieron pie a que Michael
Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, reportara al Washington Post
que “está tuiteando una tormenta. Simplemente no se detiene (…) es implacable”.
(Ver
artículo). Y ese mismo periódico al día siguiente lo comparó con el sujeto
que suele interrumpir un espectáculo gritando desde las gradas, y agregó que
“está librando una guerra individual contra el proceso de paz con las FARC”.
(Donde ‘individual’ significa que ni su propio partido lo apoya).
Pero ahí no para la vergüenza –para el país, inclusive-, porque a
continuación el Huffington Post reparó en un fotomontaje que Uribe reprodujo en
su cuenta de Twitter como si fuera real: una portada del Daily
News en español, edición que no existe. Y dijo que “un expresidente acaba
de hacer el ridículo con una portada falsa”.
Hizo el ridículo, sí, ante propios y extraños, pero tal vez no se ha
contemplado que semejante ‘oso’ pudiera ser intencional, o sea calculado. Ahí
Uribe no le habla al ilustrado que enarca sus cejas en señal de asombro ante
tan burdo montaje, sino a la plebe inculta y abyecta, esa que asume como verdad
eterna todo lo que sale de la boca o del Twitter de su líder, y cualquier cosa
que se diga en su contra obedece a que es víctima de persecuciones, pero no
importa porque él es “un guerrero y el modelo de hombre heroico a seguir”, como
le escuché decir a un taxista bajando del aeropuerto Palonegro. (A quien
preferí no llevarle la contraria, por supuesto…)
Por esos mismos días circuló otro fotomontaje, esta vez de la supuesta
cuenta ‘oficial’ de Juan Manuel Santos donde se lee que “Hoy le quiero pedir a
Timochenco (sic) perdón por todos los guerrilleros muertos en combate, los
Colombianos pidamos perdón”. Y el mensaje aparece retuiteado por Gustavo Petro.
No vamos a decir que esta segunda ‘pieza de campaña’ haya sido craneada también
por Uribe, pero se ajusta a los cánones de la propaganda negra que ciertas
agencias de inteligencia secreta suelen elaborar y distribuir con perverso
propósito, algo en lo cual el exmandatario es un verdadero genio. (En lo de la
propaganda, quiero decir).
Cualquier persona medianamente informada se burla con desdén de esos
dos fotomontajes, pero no comprende que ambos cumplieron el objetivo político buscado,
pues todo ignorante ‘adorador’ del caudillo que los vio se enteró de que un
periódico norteamericano se lamentaba porque Santos les regaló la patria a las
FARC, y no contento con eso el Presidente le pidió perdón al más grande
guerrillero que hay en Colombia, y como si fuera poco les ordenó a los
colombianos hacer lo mismo…
¿Les parece poquita cosa lo que se inventó Uribe para manchar la
imagen del presidente que por fin fue capaz de ponerle el ‘cascabel al gato’ de
los eternos saboteadores de la paz? Que los periodistas digan que se convirtió
en hazmerreír
de los medios internacionales, eso le resbala como el agua sobre las alas
de un pato. Bastarán unos días para que los editores de los grandes medios nacionales
se olviden del burdo montaje y vuelvan solícitos a reproducir cuanta
barrabasada se le ocurra espetar de su boca mentirosa, aunque asombrosamente
calculadora.
Así las cosas, de aquí al 23 de marzo venidero algo nuevo se ingeniará
para convencernos que de hazmerreír no tiene nada, porque todo lo planea,
elabora y emite con frío cálculo. E iremos descubriendo, además, que esas
aparentes burradas sin anestesia son para que nos quede claro que ni a él ni a
quienes le acompañan desde la penumbra les van a hacer tragar tan fácil el sapo
de la paz y la reconciliación entre los colombianos.
¿Un hazmerreír? No señores. Un hazmellorar.
DE REMATE: A lo que más le teme Uribe es a la Comisión de la Verdad,
aprobada en el ciclo 37 de la Mesa de Diálogo de La Habana y definida como “Comisión para el esclarecimiento de la verdad,
la convivencia y la no repetición”. Ese esclarecimiento
de la verdad puede servir por ejemplo para saber de qué tan alto llegaron
las órdenes en torno a los ‘falsos positivos’, algo que involucró a todas las
brigadas del Ejército, incluso a las que estaban en zonas sin presencia
guerrillera. Las ejecuciones extrajudiciales son delitos de lesa humanidad, no
amnistiables ni excarcelables. Si Jesucristo decía que “la verdad te hará libre”,
en este caso ocurriría lo contrario: “la verdad te hará preso”.
1 comentario:
Que hombre tan MAMON este Gomez Pinilla. Absolutamente fastidioso con esas columnas tan sesgadas,plagadas de odio!!!!!
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