martes, 26 de mayo de 2015

Las FARC siguen de idiotas útiles




Decía el filósofo del pesimismo, Emile Cioran, que “sin importar qué camino tomes, relájate: siempre será el equivocado”. La cita viene a raíz de lo que hasta hace unos días era un proceso de paz, pero ahora está ad portas de convertirse de nuevo en un proceso de guerra. Estamos frente a un escenario ominoso, en el que toda reflexión viene acompañada de una lamentación, porque los dos actores del conflicto (que en realidad son tres) parecen empujar de manera torpe y descabellada hacia la alternativa de patear el tablero y levantarse de la mesa.

Comenzando por las FARC: ¿cómo pueden sus comandantes insistir desde La Habana en un cese al fuego bilateral tras la muerte de 27 combatientes suyos, si fueron ellos los que rompieron su cese unilateral al asesinar a diez soldados en Cauca? Una sencilla ecuación de pensamiento lógico permite evidenciar que si ese sangriento ataque no se hubiera presentado, tampoco se habrían reanudado los bombardeos y muy posiblemente ya se habría concretado el cese bilateral, o se estaría muy cerca de él.

Por eso no se entiende que ahora salgan con un discurso envalentonado, solo porque les acaban de dar de su propia medicina. Lo que se niegan a entender es que si están sentados negociando es porque tras su prepotencia triunfalista durante el gobierno de Andrés Pastrana quedaron políticamente aislados, y tras la dicta-blanda de Álvaro Uribe quedaron militarmente golpeados. Y con sus últimas acciones y declaraciones se están quedando cada vez más solos, y si esta espiral de ojo por ojo continúa, llegará el momento en que el país se hastíe y todos clamen al unísono: ¡acaben con ellos!

No hay duda en que el cese bilateral del fuego sería la salida más lógica, pero la dificultad radica en que hoy no tiene presentación política: es tal el desprestigio de las FARC, que hacerles esa concesión sería darles la razón a quienes pregonan que “se le está entregando el país a la guerrilla”. Sea como fuere, si no hubieran pisado la cáscara al atacar a un contingente militar asombrosamente desguarnecido en zona roja, otro gallo estaría cantando.

Como dije en reciente columna, “en el ambiente se percibe que fuerzas oscuras buscan propiciar las condiciones para forzar a Juan Manuel Santos a pararse de la mesa y abocar una salida autoritaria”. ¿Resistirá el país que en su ánimo de devolver el golpe un nuevo ataque de las FARC acabe con la vida de otros diez soldados, por poner cualquier cifra? He ahí el peligro inminente.

En este contexto, el terreno está abonado para escalar a una fase de guerra sicológica: así como existen los falsos positivos, también existen esos falsos negativos en los que la Mano Negra tiene una vasta (y basta) experiencia, con un caso emblemático: el famoso collar bomba que en 2002 destrozó la cabeza de una mujer, atribuido falsamente a las FARC. Puesto que quien no conoce la historia está condenado a repetirla, Semana ya lo advirtió en su última edición dedicada al tema (La paz herida): “fuerzas oscuras podrían cometer un acto de estos para endilgarlo a la guerrilla y echar por la borda los diálogos”.

Podrían, no. Pueden. Y cuentan a su favor con que no es fácil discernir si ya comenzaron a sembrar el ambiente de una zozobra favorable a los amigos de la guerra, dispuestos a impedir a como dé lugar que les quiten los pingües beneficios que obtienen con la confrontación armada. En este escenario de desestabilización fríamente calculada, no se sabe por ejemplo si el atentado cometido en Tumaco con una granada contra un vehículo de la Policía, donde murió un agente, fue obra de la subversión o de quienes producen ‘víctimas colaterales’ para incentivar el odio de la población civil hacia las FARC. Y donde además hay poderosos medios de comunicación dedicados a hacerles sonoro eco a esas acciones.

El segundo gran error de las FARC después del asesinato de los diez soldados en Cauca estuvo en que no reconocieron su equivocación al violar su propio cese unilateral, ni expresaron arrepentimiento por lo ocurrido. Supongamos que haya sido cierto lo que dice Joaquín Robles en Semana.com, que “los combates empezaron mucho antes de que se ocultara el sol y la muerte de los soldados se produjo casi a la medianoche”. Pero eso no fue lo que pareció, sobre todo cuando un macabro video profusamente difundido por Internet –que forma parte de la guerra sicológica y que debieron haber grabado los propios compañeros de las víctimas- mostraba soldados inermes bocabajo con el cuerpo destrozado sobre el piso del coliseo donde pernoctaban antes del ataque.

A las FARC les corresponder expresarse con sentido estratégico (porque no lo están haciendo) y diferenciar entre lo ocurrido y lo que la opinión pública percibió asqueada como lo que ocurrió, y en tal medida actuar a favor de esa paz que de labios para afuera dicen buscar en La Habana, si no quieren caer en el tercer y último error, del que ya no tendrán oportunidad para reponerse: que sigan actuando como idiotas útiles de sus enemigos y haciendo precisamente lo que ellos quieren que hagan, porque a eso los están empujando: a que se levanten de la mesa y reanuden las acciones bélicas.

El día que eso ocurra, el expresidente Álvaro Uribe y el procurador Alejandro Ordóñez se frotarán las manos de la dicha y no sabrán cómo agradecerles a las FARC (y al Espíritu Santo) por tantos favores políticos recibidos.


DE REMATE: Es una suerte para Bogotá que el discurso a favor de la “seguridad” lo esté enarbolando Pachito Santos y no un candidato con carisma, pues en caso tal sí habría motivos para preocuparse.

martes, 19 de mayo de 2015

Uribe, María del Pilar y el punto de quiebre


No son muy claras las razones por las cuales el Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, anda opinando de cuanto tema se le atraviese y contándoles a los medios absolutamente todo lo que hace, tanto las decisiones que acaba de tomar como las que vendrán.

La extrañeza surge a raíz del anuncio que hizo de un proceso de colaboración de María del Pilar Hurtado con la Fiscalía, coincidentes con las dificultades que se presentaron para trasladarla a su nuevo sitio de reclusión: si se trata de alguien que en asuntos de seguridad posee el máximo nivel de riesgo, no se entiende por qué toda Colombia debe enterarse al dedillo de adónde la van a trasladar, de los pasos que no pudo dar y de los acuerdos que vendrán. Según editorial reciente de El Espectador, “ya va siendo hora de que el señor fiscal recuerde cuáles son sus funciones y actúe más como jefe de una entidad que como líder de opinión pública”.

Al margen del apetito voraz que manifiesta Montealegre por el destello mediático –con alto daño institucional- un nuevo capítulo de esta apasionante historia comenzó a escribirse a partir de la orden que emitió un juez de instrucción de penas el miércoles 13 de mayo para el traslado de la reclusa al Cantón Norte de Bogotá, lo cual habría encendido las alarmas, pues se trata de una guarnición del Ejército y no hay gente más afecta a Álvaro Uribe que el estamento militar.

Otra versión indica que allá no la recibieron porque no había cupo, pero a última hora de ese día se planteó la posibilidad de que fuera llevada al Centro de Estudios Superiores de la Policía (CESPO), el mismo lugar donde reside el expresidente, una mera casualidad, digamos. Hasta que el viernes 15 se le consiguió refugio seguro en la Escuela de Carabineros de la Policía, al parecer a solicitud de la propia Hurtado: Blu Radio reveló una carta que ella le envió el jueves 14 al director de la Policía, general Rodolfo Palomino, donde denunció amenazas de muerte y aseguró que su vida corre peligro, por lo que pidió ser trasladada a un sitio de reclusión de esa institución.

Todo ello pone de relieve algo que dije en columna anterior: si hay alguien en Colombia que tiene la información requerida para hundir a Álvaro Uribe, es María del Pilar Hurtado. En asuntos de seguridad tenía que confiar plenamente en ella y, por tanto, le debe conocer grandes secretos.  Ello explica el milimétrico seguimiento y la asistencia judicial –por él costeada- que le ha prestado desde los días de octubre de 2010 en que viajó personalmente a Panamá a gestionarle el asilo con su amigo el entonces presidente Ricardo Martinelli, hoy prófugo de la justicia, vaya llamativa coincidencia…

Tanto el anuncio de Montealegre de su colaboración con la Fiscalía como la denuncia de Hurtado sobre amenazas de muerte serían indicativos de un rompimiento en las relaciones de complicidad entre la exdirectora del DAS y su exjefe, y explicarían a su vez por qué tras la condena por parte de la Corte Suprema nunca se le escuchó –a ella, aunque a Uribe sí- alegar que fuera inocente o que estuviera siendo víctima de una injusticia.

Ahora se trata es de saber si las tareas de espionaje que se adelantaron contra periodistas, políticos opositores y magistrados fueron por orden presidencial, de modo que si Hurtado llegara a ‘quebrarse’ –para decirlo en el argot policial- y decidiera ‘cantar’, se estaría dando a su vez un punto de quiebre en la credibilidad de Uribe, con funestas consecuencias para el proyecto político que ha tratado de reconstruir desde su Centro Democrático.

No sabemos cuál sería la clase de pruebas que María del Pilar pudiera aportar, sobre todo después de que ella misma contó haber sido víctima del robo de su computador portátil en Panamá (o de pronto lo dijo para tranquilizar a Uribe), pero es de esperar que tratándose de una experta en seguridad, haya tomado la precaución de guardar copia en otro lado. Sea como fuere, si llegara a reconocer algún grado de culpa, de inmediato se haría extensiva a quien le daba las órdenes.

En este contexto de crispación por la eventual culpabilidad de un expresidente de la República en los delitos de espionaje y concierto para delinquir, hay dos aspectos que no se deben olvidar: uno, la visita que antes de huir le hizo Hurtado a Daniel Coronell, donde le dijo que “al DAS le correspondía proteger la figura presidencial” y según el periodista parecía “en trance de desmoronarse”. Y dos, que cuando ella llegó a Panamá manifestó que no se acogió al asilo porque se creyera una perseguida política, sino para garantizar su seguridad personal.

Las amenazas de muerte que hoy denuncia permiten entender entonces el calibre de esa afirmación temprana, y podrían darle validez a una famosa frase de Abraham Lincoln: “puedes engañar a todos algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todos todo el tiempo”.

DE REMATE: Otro que se la pasa hablando ante los medios como loro mojado es el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez. Este y el Fiscal General se la pasan opinando sobre lo divino y lo humano, les parece muy aburrido dedicarse a lo que les corresponde, el cumplimiento de sus funciones constitucionales. Con su ánimo histriónico y pendenciero, ensucian el agua en la que todos nos bañamos.

miércoles, 13 de mayo de 2015

"Claudia Gurisatti, punta de lanza de Uribe para que la derecha retome el poder”


"Eso dice el columnista de El Espectador Jorge Gómez Pinilla, que da esa dimensión, en lo mediático, a la nueva directora de Noticias RCN". Tomado de Pulzo.com:

martes, 12 de mayo de 2015

Gurisatti siembra miedo para vender Seguridad


Mi columna del miércoles pasado mostró el caso de una brasilera que en Facebook utiliza sus encantos físicos para extorsionar a incautos, y de la que Gustavo Gómez dijera en La Luciérnaga que “debe ser un grupo de hampones, no solo una señora”.

Aquí entre nos, no sé a qué temerle más: si a esa garota que se empelota para sacarles dinero a sus potenciales víctimas, o a Noticias RCN desde que lo dirige Claudia Gurisatti, pues en el manejo de la información deja ver –también en forma procaz- un uribismo más peligroso que los señuelos de la bella chantajista. Mientras la primera busca atrapar en su telaraña a un solo parroquiano en cada intento de chantaje, la segunda con cada emisión del noticiero siembra en millones de televidentes la sensación de que el caos se ha apoderado del país.

No puedo asegurar que Caracol Noticias esté en la misma tónica de hacerle campaña de promoción al pesimismo colectivo, pero si algo impresionó fue el estridente coro de plañideras de ambos noticieros durante una semana entera después de que el frente Miller Perdomo de las FARC cometiera la imbecilidad de romper su fementido cese al fuego y asesinar a once soldados en Cauca. Esto representó la inyección de serotonina que el expresidente Álvaro Uribe necesitaba para reponerse del 41% de aceptación que tenía en noviembre del año pasado, y ascender súbitamente 16 puntos tras el ataque guerrillero, para ubicarse hoy en un cómodo 57%.

Desde que la Gurisatti asumió la dirección de Noticias del Canal RCN se percibe una total coincidencia política e ideológica con las tesis del uribismo, que los dibuja unidos en difundir a los cuatro vientos la sensación de que nunca antes habíamos estado peor que ahora. En este contexto perverso de crispación a la brava, hoy pareciera ser ella la punta de lanza de Uribe –al menos en lo mediático- en su estrategia de retoma del poder para la extrema derecha.

A este ambiente de zozobra –en parte artificial- contribuye que las FARC se metieron un autogol olímpico con el atentado en Timbío, pero no dejan de echarle la culpa al equipo rival. Si no reconocen su error y expresan arrepentimiento por lo ocurrido, si siguen en La Habana con esa actitud falsamente triunfalista y prepotente, el asunto escalará hacia la agudización del conflicto, con una sola consigna nacional: acaben con ellos.

Espero estar equivocado, pero en el ambiente se percibe que fuerzas oscuras buscan propiciar las condiciones para forzar a Juan Manuel Santos a pararse de la mesa y abocar una salida autoritaria. Los amigos de la guerra ahora van con todo, porque saben que en esta partida de póker ante otro gobierno que quiere la paz se están jugando sus restos con un hábil tahúr, aunque en un escenario maquia-bélico donde los grupos guerrilleros (incluido el autista ELN) podrían terminar convertidos en los idiotas útiles del paseo. Bastará con que vuelvan a dejar a otros soldados desguarnecidos como carne de cañón para que otra columna guerrillera pise la cáscara y…

Sin negar la carga de responsabilidad que les cabe a las FARC, la unión de uña y mugre que se está presentando entre Uribe y la Gurisatti contribuyó sin duda al bajonazo en imagen que tuvo el gobierno de Juan Manuel Santos, al pasar de un 45% de popularidad en noviembre de 2014 a 23% en abril pasado, según la encuesta Ipsos Napoleón Franco realizada justamente en los días posteriores al sangriento ataque.

El bajonazo no fue solo para Santos sino para los colombianos en su autoestima, y esa es la tarea patética (¿patriótica?) en que está empeñada la directora de ese noticiero, con cuyo ingreso de todos modos recuperó la audiencia uribista que había huido espantada durante el tiempo que estuvo Rodrigo Pardo al frente. Pero también recuperó el tono de tragedia nacional que vive el uribismo desde que Santos asumió la Presidencia, y para la muestra dos llamativos botones:

1: Viernes 8 de mayo, en la emisión del mediodía la presentadora dice: "La inseguridad en el transporte público de Bogotá no da tregua". Como antesala a la  nota muestran una estación de Transmilenio atravesada por la palabra INSEGURIDAD en forma intermitente, con música de fondo propia de una película de terror. COMENTARIO: Decir eso del transporte público no es informar sino editorializar, y si lo hacen con esas imágenes y esa música es porque quieren sembrar miedo.

2: Sábado 9 de mayo, también al mediodía, uno de sus titulares a grito herido: “Fin de semana en el día de las Madres, uno de los más violentos en los últimos años”. COMENTARIO: El sábado al mediodía apenas iba una cuarta parte del fin de semana, y faltaban doce horas para el día de las Madres. Y el lunes 11 la Policía Nacional informó que en esa celebración “los homicidios se redujeron un 30% con respecto al año anterior”.

Podríamos reseñar muchos más ejemplos del deplorable espectáculo de manipulación informativa que a diario registra ese noticiero, pero no es nuestra intención sembrar igual zozobra entre los lectores de esta columna. Se trata es de advertir sobre lo inconveniente que resulta para la salud anímica del país que un medio tan influyente esté al servicio de una causa política que quiere regresar el país (a las buenas o a las malas) a los nefastos años de la Seguridad Democrática, esa que con el mismo propósito de manipular la información practicó el genocida modus operandi de buscar por toda la geografía nacional a jóvenes que no estuvieran recogiendo café para asesinarlos y hacerlos pasar por bajas propinadas a la guerrilla, y a cuyos presuntos autores el expresidente Álvaro Uribe Vélez sigue llamando “héroes de la patria” y “perseguidos por la Fiscalía”.

Es cierto que hoy Noticias RCN ocupa el octavo lugar en el rating de sintonía (ver rating), lo cual es señal de que ha perdido credibilidad. Pero si Dios no lo quiera hubiese un rompimiento de las conversaciones de paz, arrasaría en sintonía. ¿Será que a eso le está apostando Carlos Julio Ardila?

DE REMATE: Dicen las malas lenguas que Amparo Grisales tiene más años de los que tenía la actriz María Eugenia Dávila, pero yo no les creo. Podría tener más. De todos modos, ya es hora de ir pensando en qué país le vamos a dejar a nuestros nietos... y a Amparo.

viernes, 8 de mayo de 2015

"Mezcla extraña de realidad y ficción"

Animado diálogo en La Luciérnaga entre Gustavo Gómez y Claudia Morales en torno a la columna "Retrato hablado de una extorsionista impúdica". A partir del minuto 6:47.

martes, 5 de mayo de 2015

Retrato hablado de una extorsionista impúdica




Hace unas tres semanas recibí solicitud de amistad de una joven brasilera en cuya biografía de Facebook aparecían tres importantes amigos míos, y decidí aceptarla, como acostumbro hacer con la casi totalidad de solicitudes que recibo a diario (soy periodista, busco lectores), a no ser que me  dé la impresión de que se trata de alguien indeseable. Digo que es brasilera porque en su página se hace llamar Mariana Salvador, y porque unas horas después de aceptarla se comunicó conmigo por el Messenger y esto me dijo en portugués: “oi, como vai você”.

Que una mujer joven, bonita, extranjera y amiga de respetables amigos míos se comunicara conmigo halagó mi vanidad, así que decidí responderle: “Bien, gracias. Yo hablo español, francés y un poco de inglés”. No habían pasado ni veinte segundos, cuando me contestó en francés: “Alors dis moi comment tu te porte?” (“Entonces dime ¿cómo te portas?”). Y bastó con que yo le dijera “Je me porte très bien, merci beaucoup”, para que se me lanzara en plancha: “Je vais bien, sache que je suis très ravi de toi en ce moment!”. En ese instante mis antenitas de vinilo se pusieron en opción Alerta, primero porque habíamos cruzado apenas el saludo y ya se declaraba encantada conmigo, y segundo porque en realidad no escribió “encantada” (ravie) sino “encantado” (ravi), y entonces sospeché que a su lado pudiera estar el hombre que cometió ese lapsus. (Ver fragmento del chat)

Mariana me preguntó si me gustaban las mujeres “sexy”. Cundo le dije que claro y que ella era “très belle”, me agradeció el cumplido y dijo que le había llegado al corazón. Y no había transcurrido ni media hora de chat, cuando mandó el sablazo: “Est ce que cela te dit de nous voir sur Skype”? Me invitaba a vernos por Skype, y también le acepté, pues lo que al principio era sensación de halago se había transformado en curiosidad periodística.

Lo que se desarrolló en el chat de Skype fue un episodio más cercano a la ficción que a la vida real, donde al final uno descubre que estuvo caminando sobre el filo de la navaja y salió indemne. El asunto es que al aceptarle su video-llamada apareció la misma mujer voluptuosa de ojos azules que en su foto de portada posa al lado de un poderoso Chevrolet Camaro y luce una fina cartera de cuero para transmitir la sensación de que está necesitada de cualquier cosa, menos de plata. (Ver foto de su biografía)

Vi a quien dice llamarse Mariana Salvador y tener 26 años (2 de mayo de 1989, signo Tauro) en un apartamento de sobria decoración, vestida con un enterizo ceñido al cuerpo que remataba en minifalda. Me escribió diciendo que no tenía micrófono y que eso la tenía “desolado” (désolé), pero que se sentía “chaude”, caliente; ahí sí puso el adjetivo en femenino.

Toda la conversación fue por escrito, con una escena de corte teatral donde de repente comenzó a desnudarse sin que yo se lo hubiera pedido o sugerido, mediante un movimiento que consistió en introducir ambas manos en medio del busto para hacer descender la suave tela elástica que envolvía su figura y que iba dejando ver la impúdica geografía de un cuerpo hermoso a más no poder.

No quiero ser explícito en lo que mis ojos vieron, porque he sabido que entre los lectores (y lectoras) de esta columna hay menores de edad, pero baste con saber que no duró ni treinta segundos en quedar como Dios la trajo al mundo y enseguida comenzó a acariciarse, mostrando cara de excitación. Un rato después me invitó a hacer lo mismo, a desnudarme, dizque porque yo era “très beau” (muy bello). Ahí advertí el lado avieso de la escena, pues el sentido común me indicaba que una jovencita como ella no podía excitarse tan pronto y menos que pudiera excitarla ver las partes íntimas de un hombre de  mi edad.

Teniendo en cuenta su importancia literaria, me permito transcribir lo que nos cruzamos a partir del momento en que me pidió desnudarme (traducido del francés):

YO: Lo que me pides no me es posible.
ELLA: ¿Cuándo, entonces?
YO: No sé, en otro momento.
ELLA: Debes saber que esto es solo para darnos placer.
YO: Hmmm…
ELLA: Espero que no te moleste…
YO: (Silencio)
ELLA: ¿Lo harás?
YO: No, no lo haré.
ELLA: ¿Cuál es el problema? Se trata de complacer nuestros deseos.
YO: Hmmm…
ELLA: Tú eres realmente hermoso, ¿sabes?
YO: Hablemos por la tarde (“jusqu'à l'après-midi”). Tú eres realmente hermosa, también.
ELLA: Yo estoy muy excitada, tú sabes.
YO: Ah, muy bien.
ELLA: Entonces ensaya a hacer como yo, ¿OK?
YO: ¿Cuándo puedes arreglar el micrófono?
ELLA: Ya conoces mi deseo de hacer el amor, tú sabes…
YO: (Silencio)
ELLA: Haz como yo.
YO: Yo prefiero verte.
ELLA: Haz como yo: quítate la ropa.
YO: No, yo no voy a hacer eso.
ELLA: Vamos, dame al menos un motivo de placer en cámara…
YO: (Silencio)
ELLA: ;( ;( ;(
YO: Es que yo soy muy tímido.
ELLA: Si me dejas ver tu (…), podrás ver más de mí.
YO: Está bien. Pero esta tarde.
ELLA: ¿Por qué no de una vez?
YO: Ya te dije: porque soy muy tímido.
ELLA: Lo que ya empezamos, lo mejor es terminarlo.
YO: (Silencio)
ELLA: Vamos, solo una pequeña parte…
YO: Prefiero en otra ocasión.
ELLA: Si me muestras tu hermoso (…), yo me masturbo.
YO: (Silencio)
ELLA: Estoy esperando…

Fue aquí cuando decidí cortar la comunicación visual y enmudecerme en lo escrito, y Mariana empezó a pedirme insistentemente que encendiera la cámara: “relance la cam”, “vas-y relance la cam”, etc.  Unos minutos después, recibí este mensaje amenazante en el Messenger de Facebook: “Si te desconectas, haré de tu vida un infierno. Verás que voy a destruir tu vida. Debes saber que tengo toda la información visual sobre ti y voy a enviar el vídeo a la red y a todos los miembros de tu familia. ¿Eso es lo que quieres?”

En este punto me sentí hastiado del acoso, pero a la vez confundido, pues no entendía de qué se agarraba para amenazarme si yo no había cedido a su propuesta y lo máximo que podría verse de mí sería la cara de sorpresa que puse cuando se desnudó por completo. Así que procedí no solo a bloquearla sino a reportar el chat como abuso, y no contento con esto envié un mensaje a Facebook advirtiendo sobre lo que acababa de ocurrir con la bella extorsionista.

Unas horas después caí en cuenta de que no había tenido la precaución de tomar un pantallazo de su muro, y cuando la busqué por “Mariana Salvador” no apareció, pero me di por bien servido con haberla retirado. Pasó tal vez una semana y la curiosidad me motivó a buscarla de nuevo, y cuál no sería mi sorpresa cuando reapareció en Facebook como si nada, y con un amigo mío adicional a los tres que mostraba antes. Fue entonces cuando tomé la decisión de escribir esta columna, y tomé además el pantallazo que no se me ocurrió guardar antes.

Hoy me atrevo a pensar que a esos amigos míos no los ha tentado aún con sus encantos, o si los ha tentado tampoco han caído, pues en caso contrario no estarían ahí sino juntando el dinero que les debe exigir a sus víctimas para no “destruir” sus vidas. Esos amigos son más bien el imán que utiliza en su táctica de atraer incautos a su telaraña, mostrando una solvencia moral que le permita incursionar en territorios antes inexplorados.

Es de esperar que el inmenso emporio de Facebook que con su espíritu emprendedor ha construido Mark Zuckerberg tome cartas en el asunto, pues resulta inconcebible que esta clase de lindas pero peligrosas alimañas pueda circular con tanta facilidad e impunidad por su red social, haciendo de las suyas sin que nada pase.

lunes, 4 de mayo de 2015

El regreso de la bestia

Con lo de los once soldados asesinados en Cauca, las FARC se metieron un autogolazo y le están echando la culpa al árbitro. Si no reconocen su error y expresan sincero arrepentimiento por lo ocurrido, si siguen con su actitud falsamente triunfalista y prepotente, se va a armar el mierdero más tenaz de nuevo.

Los noticieros de televisión de RCN y Caracol no están haciendo otra cosa que atizar el fuego, acorde con sus intereses empresariales de aplastar desde ya toda disidencia política que en un futuro pueda cuestionar sus métodos de enriquecerse y embrutecer e la población. Están ambientando el regreso de la bestia, mejor dicho.