viernes, 17 de junio de 2022

La hija de Rodolfo y el hospital psiquiátrico

 


Tomado de El Unicornio

Hace algún tiempo un amigo me dijo que tenía cómo probar que lo que afirma Rodolfo Hernández sobre la desaparición de su hija siempre ha sido falso, respecto a que se la había matado un grupo guerrillero por haberse negado a pagar el rescate tras su secuestro.

La prueba reina consistía en que un amigo suyo le habría contado que por allá en 2008 acudió a una institución psiquiátrica a visitar a un pariente que estaba siendo tratado por su adicción al juego y… cuál no sería su sorpresa al toparse entre los enfermos a Juliana, la hija de Rodolfo. Según el relato, permaneció hablando cerca de una hora con ella y habría constatado que estaba dopada por la droga psiquiátrica que le daban, aunque no decía cosas incoherentes.

Yo le creí a mi amigo pese a que, cuando le dije que quería hablar con su confidente brindándole total reserva de la fuente, me respondió que él nunca accedería, porque era muy cercano a la familia Hernández. Sea como fuere, la versión de su reclusión allí tenía sentido, pues sé de buena fuente que el entonces director del GAULA le había manifestado al papá que no debía preocuparse, pues todo indicaba que se trataba de un autosecuestro planeado entre ella y su novio de entonces, quien tenía fama de marihuanero, del mismo modo que muy variadas fuentes que consulté me ratificaron como absolutamente verídico que ella andaba consumiendo droga.

Así que tenía sustento razonable su presencia un tiempo después (de su desaparición o de su autosecuestro o de lo que fuera) en una institución a la que pudo haber sido llevada por su familia para ser desintoxicada, y que trataran de conservar la privacidad en torno a un tema tan delicado. Y ello explicaría además por qué su papá nunca presentó denuncio ante la Fiscalía, como habría hecho cualquier pariente preocupado. Y a esta altura del relato considero ético informar que el 16 de marzo del año en curso le hice llegar al señor Hernández un cuestionario de 15 preguntas donde le inquiría por este y otros temas concomitantes, pero nunca respondió, y la prueba de que le envié las preguntas está en este pantallazo, donde se aprecia la fecha.

En todo caso, convencido de que estaba frente a una información de gran trascendencia, me di a la tarea de llegar, si no a la historia clínica (protegida por habeas data), sí al registro en los archivos de esa institución, donde constara que Juliana fue atendida allí durante los días de su supuesta reclusión como paciente sometida a un tratamiento terapéutico.

Puesto que no podía valerme de un derecho de petición, por tratarse de una institución privada y garante de la información sobre sus usuarios, decidí acudir al correo de las brujas. Apareció entonces alguien que prometió la consecución del dato, y unos días después dijo que el registro no estaba digitalizado, motivo por el cual debía hallarse “en una carpeta”. Y otros días después afirmó que esa carpeta estaba en una bodega externa al edificio, a la cual era imposible tener acceso.

Como no quería cejar en mi empeño, enteré a Daniel Coronell y Ramiro Bejarano de mi búsqueda, el primero por su condición de avezado investigador periodístico y el segundo por su conocimiento de las entretelas legales para tratar de obtener tan valioso registro. Ambos manifestaron interés en colaborar, y la información que les suministré al parecer sirvió para saber que la cédula de Juliana Hernández Oliveros sigue vigente y tiene bienes a su nombre, como informó Cambio.

¿Por qué nunca antes los padres adelantaron el trámite para que se le decretara su muerte por desaparición y solo vino a hacerlo Rodolfo en medio de la campaña electoral, apenas en marzo pasado, ante una comisaría de Familia de Bucaramanga? Producto de esta inquietud, siempre he sospechado que es más lo que Rodolfo sabe que lo que cuenta sobre el supuesto secuestro de su hija, y parte de mis dudas quedaron consignadas en esta columna.

Ahora bien, hubo un momento en que tuve la impresión de haber llegado a un callejón sin salida, ante la imposibilidad de acceder al registro de ingreso que permitiera tener certeza de que Juliana estuvo allí recluida. Pero surgió un hecho imprevisto: el 4 de junio Ernesto Yamhure, propagandista del paramilitarismo que salió de El Espectador y se refugió en Miami cuando se supo que sus columnas eran revisadas por Carlos Castaño, publicó este trino: “El colmo de la infamia. De buena fuente, entre Bejarano y Coronel (sic) preparan un montaje para decir que la hija del @ingrodolfohdez no fue asesinada por el ELN sino que murió en un hospital psiquiátrico”.

No tengo duda respecto a que la información sobre “un hospital psiquiátrico” solo pudo obtenerla como resultado de tener chuzado o hackeado mi Whatsapp, pues soy el único que manejaba esa información y las comunicaciones que sostuve con Coronell y Bejarano para tratar el tema fueron por ese medio, no desde mi celular.

Lo llamativo es por un lado constatar la facilidad con la que Yamhure puede tener acceso a conversaciones privadas, y por otro el hecho de que este sujeto cobarde y rastrero hoy promueve desde Miami la candidatura de Rodolfo Hernández, la misma ciudad donde este corrió a refugiarse porque dizque le querían “hacer una matada a cuchillo”. Y allí nombró como coordinador de su campaña en Florida a Alfred Santamaría, otro político de extrema derecha que hace cuatro años trabajó para la campaña de Iván Duque y está vinculado a la empresa que contrató a los mercenarios colombianos que asesinaron al presidente de Haití. (Ver video).

Para no salirnos del tema, lo referente a la estadía de la hija de Rodolfo en una institución psiquiátrica de Bucaramanga no es un hecho comprobado, aunque tampoco se puede descartar, pues hasta el día presente nada permite concluir que la persona que dijo haber visto ahí a Juliana Hernández hubiera mentido.

Sea como fuere, lo que debería ser una información reservada a la familia por lo que significa el dolor del secuestro y desaparición de un ser querido, saltó a la luz pública no por indebida intrusión de los medios, sino por las contradicciones en las que el mismo Rodolfo ha caído. Cuando se lanzó a la alcaldía de Bucaramanga sostuvo que había sido plagiada por las Farc, y tras lanzarse a la presidencia cambió su versión y pasó a decir que fue el ELN, algo que ese grupo desmintió.

Pero ahí no para el rosario de incoherencias, en días recientes sumó otra cuando le dijo a Univisión que “después de 17 años de estar buscando, dimos ya con unas informaciones que nos dijeron que hacía poquito la habían matado, le pegaron un tiro aquí en la frente’’. Como dije para ese medio, si cree que le pegaron un tiro cae en una nueva contradicción, pues no podría pedir que la definan como desaparecida sino como víctima de homicidio. (Ver informe de Gerardo Reyes).

Post Scriptum: La única tabla de salvación que tiene el uribismo se llama Rodolfo Hernández y se la están jugando toda por él. Y el tipo lo permite, porque su más grande anhelo narcisista es ser presidente. Después, que entre el mismo diablo y gobierne. Es por eso que de aquí al domingo 19 el ambiente electoral estará cada vez más sucio y maloliente, cada vez más uribista.

martes, 7 de junio de 2022

Un Rodolfo prostituido favorece a Petro


Tomado de El Espectador

La última encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) arroja un dato sorprendente, pues le da a Gustavo Petro una preferencia del 44,9 frente a un 41 por ciento para Rodolfo Hernández. La sorpresa reside en que los resultados de la primera vuelta hacían prever guarismos diferentes: si los votos por Rodolfo fueron 5.953.209 y 5.058.010 los de Federico Gutiérrez (quien adhirió a su causa “anticorrupción”), la suma de ambos da una cifra superior en casi dos millones y medio a los que obtuvo Petro: 8.527.768.

Esto se traduce en que, pese a las motivaciones que pudo haber para la altísima votación por Hernández, en un lapso relativamente breve de tiempo la gente habría dejado de creer en esa opción o ahora le cree más a Petro. En todo caso, esa encuesta del CNC post primera vuelta refleja que quizá muchos votos comprados o amarrados por las poderosas maquinarias electorales a favor de Gutiérrez, esta vez han quedado en libertad de manifestar su preferencia y se han ido hacia Petro.

De igual modo, ahí se ve reflejado que los votantes de Fajardo ahora parecen inclinarse por la opción del Pacto Histórico.

Un primer motivo por el cual la gente dejaría de apostarle a Rodolfo, es esa especie de precoz eyección electoral que mostró Gutiérrez cuando la misma noche en que apareció de tercero se le abalanzó al segundo diciendo que “Rodrigo (Lara) y yo votaremos por Rodolfo y Marelen el próximo 19 de junio”.

Hemos de suponer que Rodolfo estuvo evaluando con su cada vez más visible estratega de cabecera, Ángel Becassino, qué hacer con esos casi seis millones de votos, si recibirlos o despreciarlos. Y la respuesta oficial se dio el viernes 3 de junio, cuando a un video-trino de Gutiérrez donde dice que “quiero reafirmar mi voto que mi voto será por Rodolfo y “Marelen”, esto respondieron: “Aceptamos el voto de todos los colombianos que entienden que juntos podemos construir una Colombia mejor. Los que no creían en el cambio, han comenzado a creer”. (Ver trino).

Si el candidato de la ‘Liga’ es tan proclive a tocar temas de prostitución, como cuando dijo que “yo recibo a la Virgen Santísima y todas las prostitutas que vivan en el mismo barrio con ella”, en esa respuesta se abrió de piernas a todos los corruptos “que no creían en el cambio”, a sabiendas de que sin esos votos no logrará remontar la diferencia con Petro.

Lo que comienza a verse entonces es que su descarado galanteo con la franja más contaminada del espectro electoral le está pasando factura, pues solo así se explicaría que en la encuesta citada no aparezca reflejado lo que debería ser una sumatoria a favor suyo.

En todo caso, el portazo que Rodolfo le dio a Fajardo después de que este quiso imponerle seis condiciones para irse con él, muestra a las claras que prefiere los votos de la derecha, no porque sean incorruptos sino porque son muchos más que la pichurria que le traía el candidato de los tibios. Como dijo el escritor Julio César Londoño, “¿Qué sentirá un señor tan exquisito como Sergio Fajardo cuando se rebaja a adherirse a un candidato tan repugnante como Rodolfo Hernández y le avientan la puerta en las narices?”. (Ver trino).

En columna titulada Rodolfo es otro prostituto de la política, me ocupé de una prostitución diferente a la actual, en evidencia de la gran variedad de posiciones a las que hoy acude para ejercer su oficio. Por poner como cabeza de su lista a la Cámara en Santander a una ficha de Édgar ‘el Pote’ Gómez (Érika Tatiana Sánchez), recibió 400 millones de pesos, según reveló La Silla Vacía. El aportante es un político liberal que estuvo preso y tras salir de la cárcel se vinculó a Convergencia Ciudadana, partido de origen paramilitar liderado por Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil. (Ver columna).

Y si ya dijo que recibe a todas las rameras, la prueba está en el mismo Santander, donde además del ‘Pote’ Gómez también comparte su lecho político con politiqueros como el exgobernador Mario Camacho, que también estuvo preso; o con el más avezado de todos, un Fredy Anaya (conservador) cuya esposa (liberal), Nubia López, le pide a César Gaviria que la deje votar por Rodolfo. (Ver noticia).

Pero no podía faltar la cereza del pastel, un tal Bernabé Celis que hace cuatro años fue conducido a una estación de policía por pegarle a su amante y que hoy, en compañía de su hijo Juan Carlos, organiza ruidosas caravanas para la campaña de Rodolfo, según relato de un infidente.

Estas cosas tienen que hacer mella, o ya la están haciendo. Súmenle el Reporte Coronell del 2 de junio, donde el incansable periodista (¡tiene como cuatro puestos!) pone el ojo sobre el proceso por el caso Vitalogic para concluir que es falso lo que dice el imputado, que no es un proceso por corrupción y que la Fiscalía no tiene pruebas contra él. Todo lo contrario, Coronell demuestra que su hijo Luis Carlos firmó un acuerdo de corretaje para recibir una comisión de 1.5 millones de dólares sobre un contrato por 570.000 millones, para el manejo de los residuos sólidos.

Y hay cómo probar, con decenas de chats del mismo Luis Carlos, que su papá estaba enterado de todo. ¿Estaba enterado?, miento: ¡era el cerebro de la operación!

La preocupación, en últimas, reside en lo que significaría para Colombia tener como presidente a un tipo que como vulgar fufurufa se vende a cambio de los votos que le traigan, que denota en su actuar un trastorno de personalidad narcisista, que trató de ganarse con Vitalogic un billete grueso y que ahora pretende aparecer como el adalid de la honestidad y las buenas costumbres.

Ligado a lo anterior, Rodolfo necesita ser presidente para conseguir su pasaporte a la impunidad, pues su proceso pasaría a la Comisión de "Absoluciones" de la Cámara. En cambio, si queda segundo y se convierte en senador, sería juzgado por la Corte Suprema. Y podría terminar preso…

Post Scriptum: Al cierre de esta columna se pronunció Sergio Fajardo, portavoz del derrotado ‘centro exquisito’, para manifestar que por Gustavo Petro no vota y que tiene dos opciones: votar por Hernández o en blanco. No hubo una sola palabra contra quien lo despreció, bien llamativo. No les extrañe entonces si en próximos días manifiesta que lo estuvo pensando “con criterio patriótico y responsable”, y anuncia su voto por Rodolfo. Lo que sea, con tal de hacerle daño a Petro. Qué tipo tan mezquino, tan indolente, tan egoísta, tan poquita-cosa.

@Jorgomezpinilla