lunes, 16 de diciembre de 2019

En Santander, “cagados y con el agua lejos”



Un dicho popular algo procaz -aunque veraz- resume la dramática y demoledora situación que hoy vive el departamento de Santander: “estamos cagados y con el agua lejos”. Y la explicación de lo que pasa la trae el paisano Puno Ardila en columna para Vanguardia: “cuando se llama a elecciones puede decirse casi con certeza quiénes serán los elegidos, porque cada voto tiene detrás ignorancia y necesidad”.

Aterrizando en lo que nos ocupa, en días pasados el coronel Hugo Heliodoro Aguilar -exgobernador de Santander que acaba de hacer elegir en el mismo cargo a su hijo Nerthink Mauricio- fue detenido por orden de la Corte Suprema, y al día siguiente ocurrió lo mismo con el actual gobernador, Didier Tavera Amado: un juez de la República le impuso detención domiciliaria por su presunta responsabilidad en la entrega del Programa de Alimentación Escolar (PAE) a Surcolombiana de Inversiones, por 35.767’321.026 millones de pesos, mediante proceso licitatorio cuyos requisitos hicieron que solo se pudiera presentar ese proponente. (Ver noticia).

En lo referente al coronel Aguilar, la trampa que lo tiene preso estuvo en que se declaró insolvente para pagar la multa de 6.400 millones de pesos que la Corte le decretó tras ser condenado a nueve años de prisión por su alianza con el Bloque Julián Bolívar de las AUC, que le sirvió para hacerse elegir gobernador en 2004. Aguilar llegó a un acuerdo con la Unidad de Victimas para cancelar la ridícula suma de 500 mil mensuales, pero cuando disfrutaba de libertad condicional la periodista Diana Saray lo vio manejando un lujoso Porsche avaluado en más de 350 millones de pesos.

Esto despertó el interés investigativo de Daniel Coronell, quien encontró que el vehículo figuraba a nombre de Yeison Albeiro Sáenz, un campesino que para la fecha en la que Aguilar fue gobernador recibía un subsidio rural de seguridad alimentaria, destinado a campesinos pobres. (Ver columna). La Procuraduría puso los ojos en tan anómala situación y pidió a la Corte que le revocara su libertad condicional, y el resultado final es lo que ya se sabe: el papá del gobernador elegido en la cárcel, acusado de fraude procesal. Sumado a lo anterior, el año pasado fue llamado a juicio por enriquecimiento ilícito y lavado de activos en un caso que también involucra a su exesposa Mónica María Barrera (ver noticia).

Para empeorar la situación, el político santandereano que hoy goza de mayor prestigio es otro farsante, Rodolfo Hernández, quien acaba de hacer elegir alcalde de Bucaramanga a Juan Carlos Cárdenas, cuyo mayor mérito fue haberse desempeñado durante 27 años como ejecutivo de la multinacional mexicana Cemex. Pese a que Hernández pregona a los cuatro vientos defender el agua de Santander, a esta empresa se le ve muy interesada en venderle a Minesa los 2’110.786 toneladas de cemento (según columna de Débora Escudero) necesarias para construir los túneles cuando el gobierno le conceda licencia para extraer el oro que reposa en las entrañas del páramo de Santurbán.

¿Y por qué dijimos atrás que el exalcalde Rodolfo Hernández es un farsante? Primero, porque se hizo elegir mediante engaño al elector con una “Carta de compromiso” donde decía que “de resultar elegido (…) adquiero ante usted el compromiso de: Garantizar su participación en el programa 20.000 hogares felices de su grupo familiar. Garantizar a una de los integrantes de su familia, con edad entre los 15-24 años, el acceso a un empleo de 4 horas, remunerado con ½ salario mínimo”. (Ver Carta de compromiso que nunca cumplió).

Segundo, porque apenas llegó a la alcaldía encargó a su hijo Luis Carlos para que, luego de entregarle a Vitalogic el contrato -redactado en la propia casa del alcalde- por el manejo de las basuras del área metropolitana durante 30 años, dicha firma les reconociera una suma cercana a los dos millones de dólares. Después de destapado el chancuco el alcalde afirmó que “mi hijo fue un estúpido” y que “no me contesta el teléfono, se escondió, no abre la puerta del apartamento", pero una investigación de Juan David Laverde para Noticias Caracol demostró que siempre estuvo enterado de los pasos de su hijo: “Ya mi papá habló hasta con Florín, el rumano, el de los de Vitalogic. Ya eso es un hecho. Toca ahora esperar”.

No vamos a negar que la alcaldía de Hernández tuvo cosas positivas, como haber derrotado la politiquería (o sea a la competencia) incrustada en el Concejo, o entregarle a su sucesor unas finanzas saneadas, pero no adelantó una sola obra digna de recordación. Y si de promesas cumplidas se ha de hablar, cumplió la de “hacerse el pingo con el transporte pirata (para ganarse esos votos adicionales) y es esto lo que hoy tiene a Metrolínea al borde de la quiebra.

El peligro representado en Hernández radica en que detrás de su careta de luchador contra la corrupción parece esconderse una soterrada alianza con el uribismo hacia la presidencia, según se desprende -en parte- de una declaración dada al programa antioqueño Nos cogió la noche, donde dijo que “yo tengo una deuda de gratitud con el doctor Uribe, él me ayudó a mí”. (Ver declaración).

“Cagados y con el agua lejos” quiere decir que la solución de un problema estaría a la vista, pero luce imposible de alcanzar. En el caso que nos ocupa, la solución habría sido que los santandereanos hubieran elegido a un hombre honrado y culto como Leonidas Gómez, pero terminamos por preferir al hijo de un individuo corrupto y tramposo al cual más, salido de las entrañas del paramilitarismo.

Así las cosas, ¿quién no se va a sentir indignado y ‘arrecho’ con lo que tendremos que aguantar los próximos cuatro años en Santander…?

DE REMATE: En artículo publicado en Elespectador.com el pasado viernes 13 de diciembre, titulado Las maniobras del coronel Hugo Aguilar para quedarse con la CAS, hablé de las “componendas, alianzas non sanctas y jugadas por debajo de la mesa” que estaría haciendo el coronel Hugo Aguilar para apoderarse de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS). Aunque ahí no hice ninguna acusación contra Luis Francisco Oliveros, uno de los candidatos a dirigir dicha entidad, este envía una carta donde expresa sus puntos de vista y hace algunas precisiones, la cual puede ser consultada en este enlace.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Las maniobras del coronel Hugo Aguilar para quedarse con la CAS




Con motivo de la captura del coronel Hugo Aguilar el miércoles 11 de diciembre en el aeropuerto Palonegro de Bucaramanga, la Corte Suprema de Justicia en su cuenta de Twitter informó que esta obedeció a que el reo habría incumplido los acuerdos que se registraron después de que se decretó su libertad condicional. (Ver trino).

Hablando de acuerdos incumplidos, su detención permite traer a colación cómo la elección del nuevo director de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) se ha convertido en todo un manual de componendas, alianzas non sanctas y jugadas por debajo de la mesa, al parecer con el propósito de imponer un candidato a la conveniencia del coronel Aguilar, cuyo hijo mayor acaba de ser elegido gobernador de ese departamento.

En la mesa está un botín que supera los 25 mil millones de pesos anuales en inversión y un fortín burocrático para cumplir compromisos de campaña, poder que maneja la CAS desde San Gil para la protección y preservación ambiental en 74 municipios de Santander.

El coronel Aguilar, exgobernador de Santander y condenado por parapolítica, mantuvo el poder en la CAS durante el tiempo que gobernó su hijo menor Richard Aguilar, a través de la directora Flor María Rangel Guerrero, quien fue detenida en diciembre de 2016 y renunció formalmente a su cargo en noviembre de 2017, inmersa en un escándalo por un presunto peculado por apropiación y contratación sin el lleno de requisitos legales, por más de 3.400 millones de pesos, por un contrato de reforestación en Sabana de Torres. (Ver Noticia).

Flor María Rangel ocupaba la dirección de la CAS desde junio de 2012, cuando fue nombrada para remplazar a Héctor Murillo, otra ficha del mismo coronel Aguilar, quien ostentó ese cargo entre 2007 y 2012 y quien también fue detenido y está siendo investigado por el mismo proceso que su sucesora Rangel Guerrero. (Ver recuadro).

Para elegir al nuevo director de la CAS se requieren siete de los doce votos habilitados para la elección; actualmente el coronel Aguilar con Flor María Rangel tiene asegurados los votos de los dos delegados de los gremios, Santos Medina y Arelis Neyra; y de María del Carmen Velásquez, una de los dos delegados de las ONG en el consejo directivo.

El coronel Hugo Aguilar estableció una alianza con el senador Jaime Durán para lograr que el alcalde de Los Santos, Jaime Arenas, sumara su voto a la coalición que pretende llevar a la dirección a Luis Francisco Oliveros.

Los 74 alcaldes cuentan con cuatro asientos en el consejo directivo, que se eligen entre ellos cada año en la asamblea corporativa, para períodos anuales.

La representación del Gobierno Nacional habría llegado mediante una alianza con el representante a la Cámara por el Centro Democrático, Óscar Villamizar, hijo del exsenador Alirio Villamizar, condenado por corrupción y compra de notarías.

Villamizar controla el voto del delegado del presidente Iván Duque, William Mantilla, quien a su vez es geólogo de profesión y asiste a eventos de minería acompañando a Danny Villamizar, hermano menor del Representante.

La consigna es dilatar
Hasta el momento la coalición del coronel Aguilar parece contar con cinco de los siete votos que necesita, por lo que han realizado maniobras para conseguir en lo que resta de este año los dos votos pendientes, o dilatar la elección hasta el próximo año, cuando se presenta el cambio de gobierno y con ello se sumaría el voto del nuevo gobernador, Mauricio Aguilar, hijo mayor del coronel; y el de los otros alcaldes que inicien sus mandatos.

Entre las ‘jugadas’ que ha hecho la coalición figura la de tratar de cambiar el delegado de los indígenas, para sumar este voto.

Este cambio lo lograron a medias con una acción de tutela interpuesta por el abogado Gerardo Rugeles Plata actuando como agente oficioso, en la que hicieron creer a un juez en Barichara que las comunidades indígenas habían hecho una nueva elección de delegado. Esto obligó a la CAS a reconocerlo y darle asiento en el consejo directivo.

Rugeles Plata actualmente es contratista del Idesan y muy cercano al senador Jaime Durán. La participación del abogado fue más allá, tratando de manipular el voto de la delegada del Ministerio de Ambiente, según se conoció en un audio que fue filtrado a las redes sociales.

La medida cautelar fue desmentida por la propia comunidad, por lo que el delegado de la comunidad indígena -elegido por un período de cuatro años y acreditado ante el Ministerio del Interior- se mantuvo. Esto terminó descabezando al secretario general de la CAS, Jairo Jaimes Yáñez, quien fuera Secretario General de la gobernación de Santander en el período de Richard Aguilar, el otro hijo del coronel.

La coalición armada por el coronel Aguilar se ha levantado de las dos últimas asambleas de la CAS para impedir que haya quorum decisorio, otra medida que busca dilatar la elección hasta el próximo año o ganar tiempo para conquistar los votos pendientes.

El papel del delegado del presidente Iván Duque, William Mantilla, es el más cuestionado hasta el momento, pues para los demás miembros del consejo directivo no tiene presentación que llegue a las sesiones y se levante de la mesa al momento del llamado a lista, actuando de manera incoherente frente al proceder del otro delegado del Gobierno Nacional, quien representa los intereses del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Al ser el delegado del presidente, queda en el consejo directivo la duda de si este actuar es una instrucción del mismo Duque, o si su delegatura le permite un margen de maniobra con tanto alcance como para prestarse a la dilación del proceso que por ley se debe cumplir este año.

El otro candidato
Fuentes consultadas por esta redacción relataron que el nombre de Luis Francisco Oliveros no era el primero en la lista de opcionados para ser el candidato del coronel Aguilar, pero resultó ser el que le daba garantías a Jaime Durán y a Óscar Villamizar para sumarse en la coalición.

Sin embargo, el respaldo a Oliveros se mantendría, siempre y cuando la elección suceda en lo que resta del presente año.

Si la elección del director de la CAS se hace el año entrante, el clan Aguilar lograría sin ayuda de Durán y Villamizar los siete votos que necesita y el ungido sería Farley Parra Rodríguez, expersonero de San Gil, funcionario del Gobierno del coronel Aguilar y pareja sentimental de la exdirectora Flor María Rangel.

Farley es hermano de Jáider Parra Rodríguez, capturado como miembro de la banda ‘Los Castores’, que se dedicaban a la tala y comercialización ilegal de madera en Vélez, Landázuri, Cimitarra y Santa Helena del Opón, todos municipios en jurisdicción de la CAS. (Ver noticia de la Fiscalía).

Los enredos de Flor María Rangel
Luego de los efectos de la ola invernal de 2011 y 2012, el Gobierno Nacional giró recursos a la CAS a través de convenios para que adelantara la construcción de obras de mitigación de riesgos, entre ellos un Jarillón en el margen del río Lebrija, en jurisdicción del municipio de Sabana de Torres.

El contrato tuvo un valor superior a los 12 mil millones de pesos y se firmó con la empresa General de Ingeniería de Santander (GEINGSA S.A.S.), de la que figuraba como representante legal Ariel Pérez Carvajal.

La obra tenía como objeto la construcción de un jarillón de 9 kilómetros de extensión, con una base de 12 metros, una corona de 6 metros y un volumen de 260 mil metros cúbicos.

Sin embargo, la obra cambió el diseño técnico, solo construyó 3,8 kilómetros con un volumen de 146.863 metros cúbicos, alcanzando pagos parciales por 5.734 millones de pesos.

Para la Contraloría General de la República, no hubo justificación para el cambio de los diseños; además, demostró que la CAS no cumplió con informar al ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de los cambios que propuso y aplicó el contratista Pérez Carvajal y su empresa GEINGSA S.A.S., razón por la cual dicho ministerio solicitó a la CAS el reintegro de los recursos girados hasta ese momento, que superaban los 5.700 millones de pesos. (Ver noticia).

Por esta razón avanza el proceso por el daño fiscal por más de 5.700 millones de pesos en la Gerencia Santander de la Contraloría General de la República, contra los dos exdirectores de la CAS Héctor Murillo y Flor María Rangel; el contratista GEIGSA S.A.S., Ariel Pérez Carvajal; el interventor del contrato, Yergo Construcciones e Interventorías S.A.S.; y el supervisor por parte de la CAS y su secretario de Planeación, Luis Francisco Oliveros Patiño, candidato a la dirección de la CAS por parte de la coalición Aguilar. (Ver Informe Final de Auditoría Financiera).

En cuanto al representante legal de la firma contratista, Ariel Pérez Carvajal, fue capturado y extraditado a Estados Unidos en enero de 2016, donde se le adelanta un juicio en una corte del distrito sur de Florida, por el delito de narcóticos, requerido desde julio de 2015. (Ver Resolución ejecutiva

lunes, 9 de diciembre de 2019

Esto se va a poner peor




De un tiempo para acá se han venido presentando ciertos síntomas que darían para pensar que este gobierno avanza con paso firme hacia la implementación de un régimen neofascista, y hechos recientes permitirían confirmar tal diagnóstico.

Un primer elemento a considerar es la actitud provocadora o pendenciera de Iván Duque frente al clamor de cambio que encarna el Paro Nacional, descalificando como “pirómanos” o como idiotas útiles de la izquierda a quienes protestan, pretendiendo ahogar los justos motivos de la inconformidad con la fuerza bruta del Esmad (para que la gente coja miedo y deje de salir a la calle), regando grupos de vándalos en puntos estratégicos para sembrar terror psicológico, haciendo redadas a jóvenes para revisarles sus celulares, llegando la ministra del Interior hasta el extremo de lanzar un trino retador donde advierte que los millones de manifestantes que se tomaron las calles de las principales ciudades… #NoPudieron.

Todo esto arroja una clara señal: piensan seguir adelante con su modelo autoritario, cada día más parecido a una dictadura, arranchados en su torpeza y haciendo oídos sordos a la indignación nacional. ¿Por qué tanta intolerancia, que incluso podría calificarse de suicida? Quizá porque creen contar con el apoyo de Donald Trump, el mismo decidido apoyo que este ya les expresó al militarista Bolsonaro en Brasil y a la fundamentalista católica -y golpista- Jeanine Áñez en Bolivia.

El ejemplo más ilustrativo está en el modo como el régimen fascista de Benito Mussolini logró el control de los medios para imponer una doctrina militarista monolítica, aliada al poder eclesiástico, que aprovechó los sentimientos de frustración colectiva posteriores a la I Guerra Mundial para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplazó contra un enemigo común. Para el caso que nos ocupa, ese enemigo fue primero el miedo a que nuestros hijos se volvieran maricas con el acuerdo de paz, enseguida fue Venezuela y en los últimos días han reeditado el libreto del señalamiento a Gustavo Petro como la encarnación de todos los males.

Lo que viene ahora es la polarización del ambiente político mediante la aplicación de la tesis marxista de “agudizar las contradicciones”, pero desde la extrema derecha. ¿Y cómo polarizan? Con un surtido ramillete de personajes siniestros disfrazados de periodistas que en realidad son propagandistas del régimen, y que incluye desde el neonazi (y abusador de mujeres) Gustavo Rugeles hasta el sinuoso Hassan Nassar, pasando por la psicorrígida Claudia Gurisatti, sin omitir a los tres correveidiles que lograron ubicar estratégicamente en Semana (Luis Carlos Vélez, Salud Hernández y Vicky Dávila), dedicados a denigrar del que se salga de la línea que intenta trazar el uribismo, actuando muy solícitos como mascarón de proa contra todo lo que les huele a “mamerto”.

No es por simple casualidad que Mussolini nombró como ministro de Finanzas a Alberto di Stefani (1922-1925), un economista ortodoxo que entendía que el afianzamiento del poder fascista pasaba por robustecer la identidad de intereses con el gran capital. Pues bien, fue este mismo Di Stefani quien creó la Oficina de Prensa para ejercer control sobre la radio, prensa y cine italianos, conocida como La Agencia, que luego se convertiría en una subsecretaría de prensa y propaganda controlada por el Estado.

Podría pensarse que la comparación con lo que hoy se vive en Colombia es traída de los cabellos, pero los hechos demuestran que estamos en la dirección acertada: un Juan Pablo Bieri que llega a la dirección de RTVC a despedir a periodistas críticos y ejercer censura (y pese a su retiro por un audio delator es premiado con un jugoso contrato); el retiro de Mónica Rodríguez de un programa del canal Caracol por criticar a Uribe en un trino; la abrupta salida de cinco columnistas independientes que no llevaban ni dos mes trabajando con Caracol Radio; los allanamientos a sedes de medios críticos o alternativos como Cartel Urbano o Universo Centro; inclusive la frustrada intentona de cancelarle a Daniel Coronell su columna de Semana, todo ello configura un escenario de rígido control y censura a diversos medios, y cooptación de otros por la vía económica.

Precisamente el tema económico manda la parada como orientador del modelo neofascista, y María Jimena Duzán pone el dedo en la llaga en su última columna cuando señala que este es un gobierno corporativo, “donde la línea entre lo público y la empresa privada es tan tenue que se torna invisible”. (Ver columna).

El gobierno de Duque cree tenerla clara en cuanto a que, mientras los empresarios estén contentos, tiene su gobernabilidad salvada. Y entre las preocupaciones de los empresarios no está resolver si la muerte de Dilan Cruz fue homicidio o si se lo buscó por vándalo, ni si el Ejército sabía que en un campamento bombardeado había casi veinte niños. Lo que sí tienen es motivo de eterna gratitud por el regalo de nueve billones en descuentos tributarios que les hizo el ministro Carrasquilla en la reforma tributaria (ahora eufemísticamente bautizada Ley de crecimiento), la cual surtió su primer trámite en el Congreso con sonoro pupitrazo de los “independientes” Partido Liberal y Cambio Radical, ah cosa vergonzosa.

Pero hay un campo todavía más preocupante, y es el militar. La prueba de fuego para conocer las verdaderas intenciones que se trae Duque, pasa por saber si cambiará o se quedará con la cúpula militar actual, a sabiendas de los serios señalamientos que esta ha recibido de medios nacionales y extranjeros, y que incluyen desde sonados casos de corrupción hasta la resurrección de los ‘falsos positivos’, pasando por el bombardeo ya citado, que parece constituir un crimen de guerra.

Es ahí donde sabremos si este gobierno formará una “unidad monolítica de poder” con tan cuestionada cúpula, o si dará paso a los vientos de renovación y cambio que a grito herido le están pidiendo los jóvenes, adultos, ancianos, artistas, hombres y mujeres de Colombia cada vez que salen a la calle a expresar su descontento con lo que está pasando.

DE REMATE: Vi por ahí una encuesta de Twitter donde preguntaban si frente a la situación actual hay motivos para sentirse Optimista o Pesimista. Aquí entre nos, diría que existen más bien sólidos motivos para sentirse Paranoico. Por ejemplo, cuando pasa a tu lado una moto de la Policía y…

lunes, 2 de diciembre de 2019

“La moza de Duque” y la bodega de Uribe




Dice Lorenzo Madrigal -el seudónimo de Osuna como columnista- en su última columna para El Espectador que “tendríamos que ser muy ingenuos para pensar que lo que está ocurriendo en Colombia es algo de generación espontánea”, y agrega enseguida que es “la izquierda organizada políticamente y con enclaves sólidos en algunos países caribeños (la que) desencadena una revuelta para destronar gobiernos de derecha”.

O sea, acoge la tesis del ultraderechista Fernando Londoño cuando, también en días recientes, dijo esto: “El problema está en que hay una revolución comunista ad portas, movida por Cuba, por Maduro y por Petro, y por las Farc”.

No creo padecer de demencia senil si manifiesto coincidencia con Osuna en que esto no es algo espontáneo sino “Perfectamente organizado”, citando el título de su columna. Inclusive no es una idea original, ya la había expuesto el alcalde Enrique Peñalosa cuando dijo que “hay una campaña orquestada para crear terror en residentes de apartamentos en relación con el ingreso de vándalos a robar”.

La diferencia con Osuna, Londoño y Peñalosa es que mientras ellos creen que tales fuerzas provienen de la izquierda internacional (cuyo foco ideológico lo ubica Álvaro Uribe en el Foro de Sao Paulo), el suscrito considera que se trata de un plan “perfectamente organizado”, sí, pero por una mano negra de extrema derecha, cuyo propósito para el caso que nos ocupa es deslegitimar el Paro Nacional mediante su criminalización, sembrando entre la población el imaginario colectivo según el cual salir a protestar es ser un idiota útil de dichas fuerzas oscuras.

Se trata en mi humilde opinión de una poderosa campaña de propaganda política, cuyo origen cronológico parece ubicarse en el regreso de la embajada de Italia de Gloria Isabel Ramírez, traída a las volandas para ponerse al frente de dicha campaña.

Puedo estar equivocado, pero veo a doña ‘Glorisa’ en el primer Consejo de Ministros a su arribo -al lado del subpresidente Duque- lanzando esta propuesta: “echémosle la culpa de todo a Petro. Ayuda a polarizar el ambiente y sirve para que opinión pública pierda el foco de atención, hoy centrado en las demandas del Comité Nacional de Paro”.

No tengo pruebas (y para probarlo no haría lo que hizo un micrófono oculto entre Pacho Santos y Claudia Blum), pero no puede ser simple casualidad que, coincidente con el regreso de la funcionaria “íntima de Palacio” y experta en comunicaciones, el mismísimo Duque en entrevista con el primer cuñado de la nación -Néstor Morales de Blu Radio- haya señalado a Gustavo Petro como un “pirómano” que instiga a las masas a ser violentas. Y que ese mismo día lo hayan secundado los alcaldes de Cali y Medellín (“Petro debería desmovilizarse”), y Caracol haya anunciado demanda contra Petro por algo que dicen que dijo, y Semana sacara una nota titulada ¿A qué juega Gustavo Petro?, y otros periodistas de la misma cuerda lacaya de Morales como Hassan Nasar, Luis Carlos Vélez, Vicky Dávila o Salud Hernández (“Petro se salió con la suya”) le hayan hecho eco al mismo libreto, todos muy acompasados, en reminiscencia de aquel 1922 en que el régimen fascista de Benito Mussolini creó la Oficina de Prensa para ejercer control sobre la prensa italiana y encargaron de dicha tarea -con exitosos resultados- a la “Agencia” de Alberto Di Stefani.

Esto para brindar claridad en que estamos frente a una campaña de propaganda política de extrema derecha, de muy alto nivel, muy bien financiada y de poderosos alcances (o tentáculos), como ya se dijo arriba.

Y es cuando aterrizamos en el “escándalo” que se desató por la supuesta infidelidad de Iván Duque. Se metieron con la vida privada del subpresidente, es cierto, y es algo de mal gusto, y fue lo lo que hizo que hasta el mismo Gustavo Petro se hayan solidarizado con la “víctima” del chisme. Pero es ese el hecho a destacar, que el hashtag #LaMozaDeDuque fue tendencia imbatible durante los días sábado 30 y lunes 1 de diciembre, y esto en apariencia “victimizó” a Duque, pero era precisamente lo que el gobierno necesitaba para distraer la atención sobre las justas reivindicaciones del Comité del Paro y comenzara a mirar a la contraparte con compasivos ojos.

Se dirá que es hilar delgado, pero es muy extraño que no haya sido posible hallar el trino detonante de semejante conflagración mediática. Una búsqueda cronológica ubica el 22 de noviembre, tras el nombramiento de Jefe de Gabinete que Duque le hizo a María Paula Correa, como el día en que @tibetano13 puso por primera vez el tema sobre el tapete, mediante un trino que mostraba a la supuesta amante en compañía de Duque y pedía “que salga la intrusaaaaa!!!”. En respuesta, @nosoyjoselito preguntaba ¿Quién es  #LaMozaDeDuque? (Ver trinos).

Pero, ¿por qué el escándalo no estalló en esos días, cinco días antes del Paro Nacional, sino cuatro días después de este, con Duque acorralado por la movilización popular y los cacerolazos, cuando más necesitaba de un escándalo que pusiera a la gente a pensar y mirar para otro lado? ¿Y por qué no ha sido posible identificar quién encendió la mecha…?

DE REMATE: Lo que no han contemplado el uribismo y sus aliados mediáticos cuando acusan a Petro de todos los males actuales del país, es que de pronto el "monstruo" se les crezca hasta un punto en que la gente termine por preferirlo como el único remedio a la mano. (Ver informe especial de El Unicornio al respecto).