Una faceta que no se le conocía a
Rodolfo Hernández era la del cinismo, y esta salió a relucir cuando en días
pasados le dijo a algún medio: “nada de alianzas, porque es negociar y no
quiero eso. Es un negocio entre políticos y en el fondo son contratos y
puestos”.
Lo que no contó es que por poner
como cabeza de su lista a la Cámara en Santander a una ficha de Édgar ‘el Pote’
Gómez, recibió de éste 400 millones de pesos, según reveló
La Silla Vacía. El aportante es un político liberal que estuvo preso y tras
salir de la cárcel se vinculó a Convergencia Ciudadana, partido de origen
paramilitar liderado por Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil. Estando allí, en 2002
apoyó la campaña presidencial de Álvaro Uribe.
La ficha del ‘Pote’ se llama
Érika Tatiana Sánchez y es una contratista de mediano perfil, sin ninguna
trayectoria política destacada. Es evidente que para su inclusión en la lista
hubo un negocio con un político corrupto, y el cinismo reside en que dos años
atrás el mismo Rodolfo había dicho de ella que es “la candidata que hace parte
de la banda que se robó a Bucaramanga”. En
esta foto, tomada en agosto del presente año en Bucaramanga, se les ve
concretando el cruce.
Pero ahí no para la cosa, porque
después de que Érika salga elegida, deberá aportar el 10 por ciento de su
sueldo a la eufemística Liga de Gobernantes Anticorrupción (LIGA). Así lo revela
Miguel Ángel Pedraza en columna
para Vanguardia. En este contexto, vale citar al mismo Rodolfo cuando
afirma que “el que paga para llegar, llega para robar”.
En otra de sus histriónicas declaraciones,
afirmó que “no me uniría a David Barguil. Eso son las mismas prostitutas en
diferente prostíbulo. No recibo a ninguno”. Entonces, habría que preguntarle si
recibir dinero por incluir gente sin ningún mérito en sus listas clasifica como
prostitución política. Ahora bien, el título de mi columna apunta a otro lado.
Hoy las encuestas muestran que Rodolfo
está de tercero, después de Petro y del voto en blanco. Esto se traduce en que estamos
frente a un político “cotizado”, con un capital en votos para nada despreciable
a la hora de pactar alianzas, sin las cuales nadie se hace elegir presidente.
No creo que la estupidez
colectiva en Colombia llegue hasta el punto de que este nuevo Abdalá Bucaram pase
a segunda vuelta, pero sí lo veo después de la primera “negociando” los votos que
haya obtenido con los dos eventuales oferentes que hayan quedado de primeros.
¿Quién da más?
En todo caso, la presencia de Rodolfo
Hernández en la contienda por la presidencia podría terminar siendo dañina para
la vida democrática de la nación. Dañina en cuanto tóxica, y esa toxicidad se
manifiesta cuando acata las instrucciones de los mismos estrategas argentinos
que lo llevaron a la alcaldía de Bucaramanga y que le hablan de revolcar las
emociones del pueblo con frases agresivas, acudiendo incluso a los insultos
contra los que señala de ser los malos del paseo.
Lo preocupante es que los votantes
de Hernández pertenecen al mismo sector “indignado” de los que tienen a Petro
en el primer lugar de las preferencias, donde el elemento coincidente es el rechazo
y la rabia colectiva contra el gobierno uribista de Iván Duque.
Por cierto, es llamativo que a
Rodolfo le encanta mover imaginarios con el tema prostitución. Durante la
última campaña a la alcaldía de Bucaramanga dijo del entonces candidato Sergio
Isnardo Muñoz que “lo han manoseado más que a prostituta de Puerto Wilches”. Y
en entrevista que le hice para El Espectador, afirmó que “para
gobernar solo se necesitan huevas”. (Ver
entrevista).
¿Por qué le gusta recurrir con
tanta frecuencia a expresiones procaces, propias si acaso de un rufián de
esquina? Porque eso les fascina a las masas de conciencia primitiva, que son
mayoría, las cuales interpretan su beligerancia como que este sí es un
verdadero macho, igualito al macho que años atrás se grabó a sí mismo
diciéndole a grito herido a un subalterno suyo que ¡le voy a dar en la cara,
marica! Hoy Rodolfo sigue tan fielmente ese libreto, que ya le dio en la cara a
uno.
En consecuencia, le cabe razón al
muy activo líder social Julio César González, más conocido como Matador, cuando
afirma que “Rodolfo Hernández es un corrupto más, un culebrero mal hablado, un
truhan golpeador. Y eso les gusta a los ignorantes. Por eso eligieron a Uribe”.
(Ver
trino).
La parte dañina reside en que esos
votos de “indignación” que Rodolfo le quita tanto a Petro como al centro, en
primera vuelta jugarían a favor del candidato de la derecha uribista, llámese
Fico Gutiérrez o Álex Char. ¿Qué pasará con el candidato que surja de la
Coalición Centro Esperanza? Es la gran incógnita. Alejandro Gaviria nunca
prendió motores, para desdicha del suscrito.
Sea como fuere, la popularidad de
Rodolfo terminará por abrir una tronera entre los votos del candidato de la
izquierda y el del centro en la primera vuelta, y esos votos a su favor,
restados a los dos anteriores, jugarán a favor del que surja de la coalición Equipo
por Colombia, abriéndole las compuertas para que pase a segunda vuelta. Mejor
dicho, es tan solo gracias a esta “colaboración no pedida” de Hernández que la
extrema derecha lograría lo que en su ausencia nunca ocurriría: que un candidato
del desprestigiado modelo uribista logre pasar a la segunda vuelta.
Por eso hablo aquí de la delicada
situación que se le presenta a Colombia cuando un señor gritón y cascarrabias -pero
muy popular- decide meterse a la contienda electoral por la Presidencia, en
lugar de hacer algo más provechoso para todos: buscar la Gobernación de
Santander, en consideración a que es el único en condiciones reales de enfrentar
al poderoso clan Aguilar.
Sin que nadie lo haya preguntado,
me atrevería a sugerirle entonces que desoyera el consejo que le dio Víctor
López (el mismo estratega español que asesora al presidente del Salvador,
Nayib Bukele), respecto a no hacer alianzas con nadie. Y que ante el daño
colateral a la democracia que ocasiona su presencia en la contienda
presidencial, desistiera de su candidatura para apoyar al candidato que prefiera
entre los dos que salgan elegidos de las consultas de la izquierda y el centro,
sin importar quién haya obtenido el mayor número de votos. El que mejor le
parezca.
Es un hecho demostrable que su
aspiración se desinflará después del 13 de marzo, enfrentado a tres poderosas
maquinarias electorales y sin respaldo de bancada parlamentaria. Los votos de
opinión que tiene no le alcanzan para pasar a segunda vuelta, debido a que su
“rabo de paja” es muy grande.
Por todo lo anterior, si después
de retirar su aspiración o de haber sido derrotado en primera vuelta, a Rodolfo
le diera por buscar la gobernación de Santander, en ese eventual escenario -y
solo ahí- este pechito estaría dispuesto a apoyarlo. Como dice el refrán, “no
hay mal que por bien no venga”.
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