Esta columna pretendía develar
una aparente contradicción en la explicación que dio el expresidente Andrés Pastrana
Arango para justificar su presencia como pasajero en un vuelo del Lolita
Express, así llamado porque transportaba a las menores de edad que
contrataba el multimillonario pedófilo Jeffrey Epstein, quien con relativa
frecuencia invitaba a sus amigos ricos a su isla en ese, su jet privado.
Según Pastrana, se trató “de
un viaje mío en su avión a Nassau, Bahamas, para trasbordo al destino final de
La Habana, Cuba, invitados por el presidente Fidel Castro. El señor Jeffrey
Epstein salió de Cuba uno o dos días después. Yo permanecí en la isla”. Ahí nació
una primera sospecha, pues, como anotó Gerardo Reyes en investigación para
Univisión, “no hay registro de vuelos de llegada ni salida a Cuba, lo que
podría explicarse por las limitaciones que las leyes del embargo contemplan
para el aterrizaje de aviones con matrícula estadounidense en la isla”. (Ver noticia). O sea que para probar que iba para La
Habana y no para la isla privada de Epstein, solo nos queda creer en la palabra
de Pastrana, porque Fidel ya murió. Y Epstein también…
Dijo además Pastrana que “al
señor Jeffrey Epstein lo conocí en Irlanda cuando fui homenajeado en la Cumbre
de los Logros en Dublín, ceremonia muy publicitada a la que asistieron personalidades
como Mijail Gorbachov, Bill Clinton, Bono y Jeremy Irons”. Aquí la duda
metódica se afincó en que no mostró ninguna foto del evento donde dijo haber
estado. Si lo hubiera hecho, habría resuelto de un plumazo cualquier sospecha.
Sea como fuere, ante la inquietud
relacionada con el supuesto homenaje, decidí averiguar yendo a la fuente primigenia,
la página web de la entidad organizadora, American Academy of Achievement: www.achievement.org. Por razones técnicas que escapan a mi
conocimiento, recurrí al buscador tecleando “Andrés Pastrana” y no apareció
nada. Procedí entonces con la palabra Andres (sin tilde y con tilde) y luego
con Pastrana, y tampoco. E invito al paciente lector a que haga la misma
prueba.
El “hallazgo” parecía
sólido, pero, para salir de dudas, con dos días de anticipación decidí anunciar
esto en mis redes sociales, Twitter y Facebook: “Según Andrés Pastrana, “a
Epstein lo conocí en Irlanda cuando fui homenajeado en la Cumbre de los Logros
a la que asistieron Gorbachov, Clinton, Bono y Jeremy Irons”. Averigüé y no
aparece que haya recibido ningún homenaje allá. Es el tema de mi próxima
columna en El Espectador”.
Se trataba de tener plena
seguridad del aserto, pues parecía falto de toda lógica que Pastrana se justificara
aduciendo haber asistido a un evento o recibido un homenaje que no le hicieron,
en consideración a que sería muy fácil probar que mentía. La idea entonces era
que, si alguien podía probar que yo estaba equivocado, me correspondería corregir
el error.
Y es eso lo que hoy hago,
pues en mi cuenta de Twitter apareció ayer martes la señora Consuelo
Corrales (muy amable ella, por cierto) diciéndome que “No buscó bien”, y demostrando
que en efecto el nombre de Pastrana aparece entre los homenajeados en el año
2002. De otro lado, en mi muro de Facebook el señor Enrique Rodríguez publicó
una foto tomada de Andrespastrana.org, donde se ve al expresidente en compañía
de Mijaíl Gorbachov. (Ver
foto).
Yo habría podido quedarme
callado, desmontar lo que publiqué en mis redes sociales y “aquí no ha pasado
nada”. Pero, acudiendo a la ética periodística, lo conducente es reconocer el
yerro.
Ahora bien, ello no se
traduce en que Andrés Pastrana queda libre de toda sospecha en relación con su
presencia como pasajero en el Lolita Express, pues los hechos son
contundentes:
Sumado a lo que dije
arriba, que nos toca creerle que se fue a Cuba y no a al edén de Epstein poblado
de ninfas, hay un desfase de tiempo entre el evento público de Dublín, 8 de
junio de 2002, cuando le faltaban dos meses para entregar la presidencia, y el
vuelo privado con el pedófilo, siendo ya expresidente, el 20 de marzo de 2003.
Mejor dicho: ¿Epstein
conoce a Pastrana durante un evento y ocho meses después se acuerda del
colombiano ese tan simpático de bigote que le presentaron en Dublín, y decide
entonces llamarlo para ofrecerle así porque sí que lo transporta desde Palm
Beach hasta La Habana, pero sin pasar por su isla privada…? En este punto,
brindemos claridad: la bitácora del avión, con matrícula estadounidense
N-900JE, muestra que decoló el 20 de marzo de 2003 del aeropuerto de Teterboro,
Nueva Jersey, con Pastrana en compañía de Epstein y otros pasajeros, rumbo a
Palm Beach. Y que al día siguiente ese mismo avión, con los mismos pasajeros…
vuela a Bahamas.
Y el 19 de agosto del año
en curso CNN titula Presuntos vínculos de expresidente Pastrana y
multimillonario Jeffrey Epstein, dos días después del comunicado con la
supuesta “aclaración” de Andrés Pastrana. (Ver
noticia).
¿Qué saben ellos que
nosotros no sabemos, ah?
DE REMATE: Muy valiente y
digna de apoyo -al expresarse contrario a la determinación de sus patrones- la
posición de Gustavo Gómez ante la censura impuesta por Caracol Radio contra los
columnistas independientes de opinión. Se vienen tiempos muy difíciles para la
libertad de prensa, cada vez más recortada y ultrajada. (Escuchar
editorial de Gustavo Gómez).
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