domingo, 12 de agosto de 2018

Ruta Libertadora: ¿Charalá y Santander por fuera?




Tremenda injusticia la que acaba de cometer el Congreso de Colombia con Santander, en particular con Charalá, y parte de la culpa recae en la representación parlamentaria santandereana, que no se pellizcó a tiempo.

Para entender el tamaño de la inequidad (¿iniquidad?) debemos evocar con justificado orgullo santandereano la Batalla de Pienta, ocurrida el 4 de agosto de 1819, cuando unos 2.000 valientes charaleños se enfrentaron con machetes, piedras, garrotes y agua caliente a soldados armados con bayonetas y abundante munición, dejando un saldo final de 300 patriotas muertos, mientras que en la batalla de Boyacá ocurrida tres días después solo se contabilizaron 13 pérdidas fatales y 53 heridos.

Pero no es la cifra de muertos lo que se debe considerar, sino el valor estratégico que Pienta tuvo en el desenlace que condujo a la independencia definitiva: el 7 de agosto de 1819 el Libertador Simón Bolívar derrotó al ya diezmado ejército realista comandado por el coronel José María Barreiro, pero ello no habría sido posible si tres días antes la población de Charalá -exceptuando ancianos, mujeres y niños- no hubiera corrido a cerrarles el paso en el puente sobre el río Pienta a los 1.800 soldados que llevaba el gobernador de la provincia del Socorro, Lucas González, para reforzar las tropas españolas.

Es precisamente con motivo de la conmemoración de los 200 años de aquellas batallas, incluida la del Pantano de Vargas, prevista para el año entrante, que el Congreso de Colombia expidió el pasado 12 de julio la ley 1916 “por medio de la cual la nación se vincula a la celebración del bicentenario de la campaña libertadora de 1819”, y en su artículo Segundo declara a los municipios que hicieron parte de la ruta libertadora “beneficiarios de los planes, programas y obras de desarrollo definidos en esta ley, exaltando su valor patriótico y aporte histórico para la Patria”.

Y a continuación enumera a los beneficiarios: Arauca, Tame, Hato Corozal, Paz de Ariporo, Pore, Támara, Nunchía, Paya, Pisba, Labranzagrande, Socotá, Socha, Tasco, Beteitiva, Corrales, Gámeza, Tutazá, Belén, Cerinza, Santa Rosa de Viterbo, Corrales, Tibasosa, Busbanzá, Floresta, Duitama, Paipa, Tópaga, Toca, Chivatá, Soracá,Tunja, Ventaquemada, Villapinzón, Chocontá, Suesca, Gachancipá, Tocancipá, Chía (Puente del Común) y el Centro Histórico de Bogotá.

Es comprensible que no se haya incluido a los municipios de las provincias santandereanas de Socorro, Vélez y Guanentá que tanto contribuyeron a encender la chispa de la indignación que condujo a la Independencia de la Corona Española, porque se trata es de exaltar el papel jugado por los que formaron parte de la Ruta Libertadora. Pero en tal medida constituyó imperdonable olvido -u omisión- haber dejado por fuera la batalla de Pienta, o sea a Charalá, porque el comportamiento de sus habitantes en tan heroica gesta -al impedir que a Barreiro le llegaran a tiempo los refuerzos- garantizó el triunfo definitivo del Ejército Libertador en Boyacá.

El primero que advirtió -o puso el grito en el cielo- sobre tan anómala situación fue el abogado e historiador Gerardo Martínez, quien vía Whatsapp le contó a un grupo de paisanos suyos no solo sobre la exclusión de Charalá consumada en el contenido de la ley 1916, sino también sobre el papel (¿o responsabilidad?) jugado por la bancada parlamentaria santandereana.

Según Martínez la presentación del proyecto fue de iniciativa parlamentaria, concretamente de la bancada de Boyacá, presidida por el conservador Jorge Hernando Pedraza. El trámite se inició en las comisiones segundas de Senado y Cámara, en la primera de las cuales tenían asiento los santandereanos Jaime Durán y Carlos Fernando Galán (este último nieto de Mario Galán Gómez, oriundo de Charalá) pero a ninguno se le ocurrió, como acto de elemental justicia histórica antes que de cortesía, hacerle el debido reconocimiento a Santander. ¿Quién presidía la Cámara de Representantes, y quién era la vicepresidente de esa misma corporación durante el trámite del proyecto, y la que por cierto estampó su rúbrica en el proyecto aprobado? Sendos santandereanos, Miguel Ángel Pinto y Lina María Barrera.

Ellos tampoco se percataron de incluir a Charalá como municipio partícipe de la Ruta Libertadora, siendo que en efecto lo fue. Bolívar en esa ocasión no pasó por Charalá, es cierto, pero sus tropas quedaron bastante menguadas tras los combates en el Pantano de Vargas, porque fue una batalla muy dura. Así que Bolívar le ordenó conseguir refuerzos al coronel Antonio Morales, el mismo del florero de Llorente, sí.

Tras llegar a Charalá, Morales le envió al Libertador un contingente de unos 200 hombres reclutados en varios municipios de dicha provincia, comandado por el capitán Ferminio Vargas, quien para más señas fue una de las 13 víctimas mortales de la batalla de Boyacá. En Charalá la gente ya estaba exaltada porque habían fusilado a Antonia Santos unos días atrás. Morales depuso al alcalde español y lo remplazó por don Ramón Santos, pariente de Antonia. Ahí esperó a las tropas del gobernador español Lucas González, quien iba con refuerzos para Barreiro, en cumplimiento de la orden que le había dado el virrey Sámano. Así que González salió de Oiba por el alto de Amansagatos y llegó a Charalá en la madrugada del 4 de agosto, y el resultado final fue que mientras Bolívar peleaba contra Barreiro, el coronel Antonio Morales contribuía a atajar en Charalá a las tropas del coronel Lucas González para que no pudieran entrar a reforzar las tropas de Barreiro. Es más, tan importante fue el aporte de Morales, que el Libertador lo designó gobernador y comandante general de la provincia del Socorro por decreto del 15 de septiembre de 1819, mes y pico después del triunfo.

Si eso no es pertenecer a la Ruta Libertadora, entonces ¿qué es pertenecer a la Ruta Libertadora?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Señor Zabala: usted no conoce el moustruo de Fedesarrollo, insituciòn de " investigaciòn" de fachada de la caverna goda de Colombia. En ese foso han trabajado Mauricio Càrdenas y el actual ministro de Hacienda. Es bueno que todo colombiano conozca el armazón institucional de un país. Aquí no manda el pueblo, mandan son los gremios.

http://www.banrep.gov.co/es/mauricio-cardenas
https://www.fedesarrollo.org.co/content/alberto-carrasquilla-una-vida-dedicada-la-econom%C3%ADa

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Estimados Señores:nadie discute sobre el sistema financiero corrupto y parásito. Los congresistas no abordan este apocalíptico monstruo y la farsa del corporativismo que tiene horcado el país.
A discutir sobre las organizaciones que tienen apretado el cuello del país bajo la mentirosa figura de entidades sin ánimo de lucro y son las mayores beneficiarias del tributo nacional, estas son:
Asociaciones gremiales
Federaciones gremiales
Fundaciones gremiales
Corporaciones gremiales
Càmaras gremiales
Notarias
Universidades privadas.

Fenalco, Cámaras de Comercio y Comfenalco son los caballeros templarios, que luchan contra el sector productivo nacional y los tenderos del país, en favor de los grandes importadores de productos agropecuarios que han destruido la agricultura, pequeña y mediana industria, además han puesto en peligro la seguridad alimentaria nacional.
ANIF, es un organismo que mediante su accionar està empobreciendo el país, al auspiciar el uso de crédito con tasas de interés que causa hemorragia en los exiguos ingresos de la familias.
Fedesarrollo, es el gran costurero de asesorías de gobierno y corporaciones gremiales, además es la puerta giratoria entre consultores y miembros de gobierno. Un rato son consultores y al otro día miembros de gobierno, "es el mismo perro con diferente guasca".

Las entidades señaladas, son la vigas y columnas del sistema gubernamental colombiano, por eso el voto popular resulta estrangulado por estos gremios, ellos son ley y gobierno y el término democracia resulta convertido en una entelequia vacía de contenido.

La falsa representación del pueblo tiene agotada la política, solo està sirviendo para traicionar, mentir y para el ascenso social de unos rufianes. Palabras como democracia y voto popular están putrefactas, los que realmente están mandando son las corporaciones gremiales.


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Los créditos ahogan a los estudiantes en EE UU: sus deudas superan los 1,5 billones de dólares
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El funcionamiento de la banca, gobernando el mundo
https://www.youtube.com/watch?v=s4Zq4e_QVSU&t=1943s