La elección que acaba de pasar constituye un campanazo de alerta para
las fuerzas de centro-izquierda, pues permite apreciar que ni siquiera quien
hoy encabeza las encuestas, Gustavo Petro, tiene garantizado el paso a la
segunda vuelta. Fue ante todo un triunfo de las maquinarias, que pusieron como
mayorías en el Congreso a dos partidos corruptos y venales al cual más –Centro
Democrático y Cambio Radical-, en una jornada atravesada por fuertes sospechas
de manipulación de encuestas primero, y de fraude electoral después.
Muchas de las cosas que están pasando en la arena política deberían ser motivo de asombro,
por absurdas, pero la gente las toma como si fueran un paisaje más en el reino
del absurdo cotidiano.
Absurda por ejemplo la trepada que se pega Iván Duque en dos encuestas
previas al 11 de marzo, a las que hice referencia en mi última
columna, y diríase inaudita la arrasadora diferencia que en votos le tomó
este a Marta Lucía Ramírez, siendo que días antes esta lo superaba en 18 puntos
(ver encuesta)
y que muchos repetimos lo que hicimos en 2010, cuando votamos por Noemí Sanín
para que no ganara Andrés Felipe Arias. Y lo logramos.
No es posible poner la mano en el fuego y asegurar que Duque ganó en
franca lid, menos cuando en ese millón y medio de votos que obtuvo Marta Lucía
no aparecen los de quienes votamos por ella para frenar el proyecto político de
Uribe, los cuales deberían contarse por decenas de miles, como sí se contaron y
aparecieron hace ocho años en las cuentas de Noemí. Ahí ni siquiera se refleja
el total de votos que obtuvo Marta Lucía en la elección de 2014, cercano a los
dos millones.
Sumado a lo anterior se presenta el bochornoso episodio por la falta
de tarjetones en 26 puntos de votación, todos en llamativa coincidencia a la
misma hora del mediodía, y la atropellada respuesta del Registrador Nacional es
que saquen fotocopias y repartan, y comienza entonces la gente del Centro
Democrático a repartir fotocopias como repartiendo yuca en plaza de mercado,
según se aprecia en un video con diligentes voluntarios de ese partido en
Bogotá. (Ver
video).
Es aquí donde cobra sentido la denuncia que Gustavo Petro había
hecho días atrás y se materializó el día de la elección, respecto a que no
se digitalizaron los formularios E-14 y “los datos se dieron por teléfono, sin
huella digital”. (Ver trino).
No hay cómo probar, mejor dicho, que los resultados que se entregaron son fidedignos
y de sana fuente.
En muchos aspectos la transparencia electoral brilló por su ausencia, y
por eso me atreví a opinar que si hubiera ocurrido en Japón, el Registrador
Nacional se habría hecho el harakiri. Es más: si nos ponemos de capciosos, lo de los
tarjetones faltantes podría entenderse como un elemento distractor para esconder
algo más grande, por ejemplo un fraude electoral a gran escala que al final del
día haya dejado contentos a los amigos del 'establecimiento', excepto Petro. Todos poniendo carita de yo
no fui, comenzando por la principal damnificada –que termina convertida
en Vice- y continuando con Alejandro Ordóñez, quien todavía no es
consciente de la ‘carbonizada’ que se pegó y en su delirio postraumático anda
pidiendo la jefatura de debate de la campaña.
Antes de que en artilugio mágico Iván Duque apareciera punteando las
encuestas como conejo que sale del sombrero, la segunda vuelta se preveía entre
Petro y Vargas Lleras, o en el mejor de los casos con Fajardo. Habrá que
pedirle al señor Procurador que investigue tan extraña voltereta en las
preferencias y las notorias irregularidades que se presentaron ese día, pero no es hora de llorar sobre la leche derramada sino de hacer
cuentas con base en el nuevo balance de fuerzas.
El viernes anterior a la elección César Gaviria rompió cobijas con
Juan Manuel Santos tras una agitada reunión en la que este quiso obtener para Germán
Vargas el apoyo de los directorios aliados a su gobierno, y lo que obtuvo fue el
retiro abrupto e indignado del liberalismo. El presidente Santos tiene una pelea
casada –aún no resuelta- con Álvaro Uribe, y ante la debilidad electoral de
Humberto de la Calle solo le queda Vargas Lleras para tratar de impedir que su archienemigo político recupere el solio de Bolívar.
Es
previsible una desbandada tanto de la U como del conservatismo 'enmermelado' hacia Duque, por lo que de aquí a mayo Santos debe tratar de atraer hacia Vargas
a todos los que no tienen cabida en el uribismo, y a las fuerzas de Fajardo que en segunda vuelta por nada del mundo se irían con Petro, y a los liberales que como
Juan Fernando Cristo se le abrieron a De la Calle y hoy parecen más dispuestos
a irse con Cambio Radical que con el candidato oficial de su partido. Sea como
fuere, desde la trepada de Duque la suerte de Santos y la de Vargas Lleras han quedado
unidas, se necesitan mutuamente.
En días venideros podría darse un acercamiento entre Fajardo y De la
Calle que conduzca a algún acuerdo, pero ello no habrá de traducirse en que
logren desplazar a Petro, sino en algo aún más azaroso: que por el boquete que en
primera vuelta dejaría la repartición de votos entre Petro, Fajardo y De la
Calle terminen por colarse a segunda vuelta los dos candidatos de la
derecha, Duque y Vargas Lleras. Y ahí sí, apague y vámonos. (Por cierto, en ese
caso... ¿para dónde agarrarían los votantes de Petro y Fajardo?).
El propósito de esta columna ha sido brindar claridad en
que si el trío –no el dueto- de Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Humberto de la
Calle lograran afinar sus voces y ponerse de acuerdo para cantar en coro la
misma melodía, lograrían en primera vuelta lo mismo que en apariencia acaba de
hacer Iván Duque con Marta Lucía: arrollar.
¿Qué tan difícil puede ser que con base en un acuerdo programático se
establezca entre los tres una repartición del poder y una asignación de
funciones, y para adelante? Piénsenlo, es por el bien de la Patria. Se trata de
sumar, no de restar.
Como dijo @eddmunoz en divertido trino:
“Propongo encerrar a Petro, Fajardo, Claudia y De la Calle en una casa con
pola, ron, bareta y no dejarlos salir hasta que lleguen a un acuerdo”. O como
dijo Antanas Mockus, con llanto en los ojos: “Nos van a meter miedo de lado y
lado: media sociedad se va a asustar frente a Petro y media sociedad se va a
asustar frente a Duque. Pues no nos dejemos echar ese cuento. Escribamos otro
cuento, que sea más bonito, que dé más orgullo, que nos una”. (Ver video).
DE REMATE: Es cierto que a los candidatos que se presentaron a
consultas les está impedido cambiarse de partido o integrarse a otras candidaturas,
a no ser que devuelvan el dinero que reciben por reposición de votos. Pero
hay fórmulas que se deben intentar, se trata de ser creativos. Hay personas que pueden actuar en
representación de otras y “en el camino se arreglan las cargas”.
6 comentarios:
Perdieron mamertos abortista
Excelente análisis. Se repite el fenómeno del voto en el plebiscito. Es posible que Fajardo prefiera aliarse con Duque? Y ahí sí la pelada de cobre sería explícita. Qué harían Claudia López y Robledo?
El señor Horacio Serpa como firmante del aval a las Convivir, Martha Lucia Ramirez como exministra de Defensa en la època de los falsos positivos, Juan Manuel Santos tambien exministro de defensa, Camilo Gòmez, autor intelectualde la directiva que generò los falsos positivos. Todos ellos deben ser llamados a juicio en la Jurisdicción Especial para la Paz. Los señores Cristo , De la Calle y todos sus compinches, le tienen que devolver los cincuenta mil millones de pesos del ridículo espectáculo de "consulta", no nos vamos a dejar robar; estos individuos actuaron como unos vulgares bellacos.
Señor Gòmez Pinilla, no hizo ningún señalamiento sobre el delfín Serpa, el viejo gagà de Serpa le hereda el trono a sus hijo,Colombia sigue bajo la monarquia godo- manzanilla y el Frente Nacional continua. No mienta, en Colombia no ha existido liberalismo, si el país hubiere experimentado el liberalismo, Colombia hubiera saltado al desarrollo, en cambio sigue siendo el segundo paìs màs desigual de Latinoamèrica. ¡què verguenza y que atrasò!, da asco.
Las coaliciones de izquierda que se gestan actualmente alrededor de los manzanillos y godos va a repetir el denominado, movimiento MRL, liderado por el nefasto individuo de Lopez Michelsen, que masacrò abiertamente las manifestaciones de protesta de 1977. Allí murieron muchos trabajadores y gente humilde que se desengañò de las mentiras de este pseudoliberal que recibiò el respaldo de la izquierda de la època porque temiam del coco, "los godos de la casa Gòmez y Ospina". La historia se repetirá con otros sujetos.
Mockus y fajardo al fin se desnudaron y se habla de dos "prohombres godos de centro", eso ya se sabia que eran godos.
http://pacifista.co/asi-fue-el-paro-de-1977-el-mas-grande-y-violento-de-la-historia-de-colombia/
https://www.elespectador.com/opinion/cuarenta-anos-del-paro-civico-de-1977-columna-695404
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