jueves, 8 de junio de 2017

“Me cago en la cara de Uribe”




En España hay una expresión de uso muy común: “Me cago en la hostia”. La usan con tanta frecuencia que en días recientes la escuché cuando visitaba en compañía de mi novia a un amigo español, justo cuando abría la nevera de su casa y comprobó que no quedaba nada para acompañar las aceitunas: “Se acabó la birra; ¡me cago en la hostia!”

Para los profanos en la materia, birra es cerveza y hostia es una pequeña oblea de harina (¿será harina bendita?) que los sacerdotes católicos alzan hacia el cielo en el momento de la elevación, y a continuación degluten. Si la memoria de exseminarista no me falla, la elevación es el instante en que el mismísimo Jesucristo se introduce en la hostia, y a eso lo llaman transubstanciación, y es por ello que el ritual va acompañado de la expresión “cuerpo de Cristo sálvame, sangre de Cristo embriágame.”

Siempre me costó trabajo entender por qué era tan fácil para un español ofender de manera tan flagrante el instante más sagrado de la eucaristía, pero comencé a comprender que no se le debía dar tanta importancia al anatema al ver que los argentinos usan una expresión con una carga igual o más ofensiva, y no pasa nada: “andate a la puta madre que te parió”.  Lo llamativo es que se la pueden estar diciendo a un amigo, quien lo toma como chanza sin importancia, y es tan popular que la pronuncia hasta una anciana como la que aparece en este hipervínculo.

Fue precisamente esa expresión, “la puta madre que lo parió”, lo primero que vino a mi cabeza cuando supe que el miércoles 7 de junio, durante un foro internacional en Atenas conocido como la Cumbre Concordia –una organización que reúne a líderes del mundo y no tiene tinte político- el senador Álvaro Uribe Vélez sometió a Colombia (su país, o sea que es como hablar mal de la mamá) al escarnio público con una intervención en la que afirmó cosas tan delirantes como que “la minería ilegal y el narcotráfico son los únicos sectores de la economía del país que están creciendo”, o que “las Farc gozan de total impunidad” y “son el mayor cartel del mundo”.

Conviene darles atención analítica a las últimas dos frases, porque permiten identificar la enfermedad que padece el senador Uribe: un fuerte síndrome de abstinencia de la guerra que ya pasó, pero que él sigue viendo presente, o mejor, necesitando. ¿Para qué? Para evitar a como dé lugar que comience a operar la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) que les quitará la impunidad de la que hasta ahora han gozado él y las fuerzas oscuras que comanda.

Ese desajuste psicológico le hace vivir en un delirio mediante el cual asume como verdad lo que hubiera podido ser cierto antes de la firma del acuerdo de paz, cuando el poder de las armas les daba a las Farc relativa impunidad para cometer sus crímenes y traficar con cocaína, sí, pero no al punto que se les pudiera considerar el cartel más grande del mundo. Sea como fuere, el punto central es que las Farc ya no son un grupo subversivo, pero Uribe y su bancada de lacayos sigue sembrando desesperación entre los colombianos haciendo creer que poseen la misma capacidad desestabilizadora de antes. Necesitan mantener al fantasma vivo, y ante esto no nos debemos llamar a engaños: son ellos los que están dedicados a desestabilizar el país, para impedir que un día reine la paz. Siembran el caos, para luego aparecer como los salvadores de la confusión que han creado.

En su defensa Uribe afirmó para la W Radio que “la oposición debe aprovechar los escenarios internacionales para enfrentar la inmensa maquinaria de desinformación del Gobierno en el exterior". Volviendo al plano psicológico, a esto se le conoce como mecanismo reflejo, consistente en ver en otros lo que al paciente le ocurre: basta acudir a la historia reciente para constatar por ejemplo que el triunfo del NO en el plebiscito del 2 de octubre se dio gracias a “la inmensa maquinaria de desinformación” que diseñó el uribismo, lo cual fue reconocido –o mejor, confesado- por el propio gerente de la campaña, Juan Carlos Vélez, en declaraciones donde además se hizo evidente que el propósito de fondo fue “dañarle la fiestecita a Santos”. Maquinaria que por cierto están calcando con pelos y señales hacia la campaña del 2018, como mostré en mi columna anterior.

Esto solo es reflejo de la desesperación en la que se encuentran Álvaro Uribe y sus dañinas huestes, conscientes de que el afianzamiento de la paz (y de la JEP) no solo los aniquila como opción política, sino que sacará a relucir todas las verdades que han querido mantener ocultas, comenzando por la pavorosa maquinaria genocida del gobierno anterior conocida como los ‘falsos positivos’.
 
Digámoslo sin ambages, lo que hizo Uribe ante ese foro internacional fue ‘cagarse’ en la imagen de Colombia, y es cuando uno se pregunta si será que el escritor Fernando Vallejo tenía razón cuando dijo que “la maldad de un ser humano debería medirse en Uribes”. Y es entonces también cuando llevados por la indignación ante semejante afrenta al país que nos vio nacer, dan ganas de gritar con sonoro acento patriótico: ¡me cago en la cara de Uribe!

DE REMATE: Es irresponsable la actitud de Uribe con la imagen de Colombia ante los inversionistas internacionales, sí, pero es igual de irresponsable –o más- la complacencia de los medios con cada nueva ‘cagada’ suya, cuando la difunden y la celebran como si se tratara de la pilatuna de un niño travieso.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Me cago pero en la cara de santos , las FARC , Eln , paramilitares, Bacrim, de políticos enmermelados​ y de periódicos y periodistas comprados como ustedes, todos cómplices de la entrega de el país a los terroristas FARC y próximamente ELN...

Unknown dijo...

EL MAL QUE LE HIZO AL PAIS Y EL QUE LE ESTA HACIENDO EL H.P DEL ALVARO URIBE,NO TIENE NOMBRE.ES UN H.P,QUE OJALA NO LE VAYA TAN MAL CUANDO SE DESCUBRAN TODOS SUS CRIMENES.EJ.LA MASACRE DE TRUJILLO VALLE.

Unknown dijo...

EL MAL QUE LE HIZO AL PAIS Y EL QUE LE ESTA HACIENDO EL H.P DEL ALVARO URIBE,NO TIENE NOMBRE.ES UN H.P,QUE OJALA NO LE VAYA TAN MAL CUANDO SE DESCUBRAN TODOS SUS CRIMENES.EJ.LA MASACRE DE TRUJILLO VALLE.

Anónimo dijo...

Bogotá, 9 de junio de 2017



Señor

FIDEL CANO

Director de El Espectador

Bogotá





Respetado director,



Nos dirigimos a usted de manera pública para rechazar vehementemente las ofensas e insultos que aparecen publicados en ese diario, escritas por el señor Jorge Gómez Pinilla en la sección de Opinión, en contra del señor expresidente y senador, Álvaro Uribe Vélez.



Omitimos repetir el título con el que extrañamente El Espectador abrió el espacio a esos improperios, y manifestamos nuestro asombro porque queda en evidencia una total ausencia de criterio periodístico para permitir que un contenido de esta naturaleza sea publicado, irrespetando a los lectores.



Si bien estamos en un país en donde debe reinar la libertad de prensa y de expresión, derechos fundamentales que defendemos, deploramos el lenguaje vulgar usado por el señor Gómez Pinilla y disentimos con que ustedes lo vean como apropiado para ser publicado en un medio con la historia de El Espectador.



Respetamos las ideas contrarias, el disenso hace fuerte a las democracias, pero siempre con el respeto y la altura que otorgan los argumentos, no con palabras e ideas ramplonas que no aportan a los lectores como lo escrito en sus páginas.



Esperamos que este capítulo llame a una profunda reflexión por parte de quienes tienen responsabilidades editoriales en los medios de comunicación, para que los debates no se pierdan en las malas palabras y en la ausencia de argumentos. Así no se construye Democracia.



Finalmente, en la esencia de un diario, el respeto permanente a sus lectores debe ser parte fundante de sus objetivos.



Atentamente,





Bancada del Centro Democrático

Unknown dijo...

ME CAGO EN LA CARA DE SU MADRE PEDAZO DE MIERDA COMO SE ATREVE A DECIR ESO DE LA UNICA PERSONA QUE ESTA DENUNCIANDO LAS MIERDAS QUE PASAN A CA EN COLOMBIA JORGE GOMEZ PINILLA A USTED QUE LE PASA PEDAZO DE MIERDA USTED ES AMANTE DE LOS NARCOTERRORISTAS E LAS FARC? USTED NO ENTIENDE QUE ELLOS SON TERRORISTAS Y USAN LA PAZ COMO EXCUSA PARA ADUEÑARSE DE COLOMBIA? MUCHOS LO SABEMOS Y URIBE LO SABE Y SU NOTA ES UNA COMPLETA MIERDA UNA COMPLETA BASURA USTED ES UN TRAIDOR A LA PATRIA IGUAL QUE LA MIERDA SE JUAN MANUENL SANTOS ME CAGO EN SU CARA MALDITO DESGRACIADO Y EN LA DE LAS FARC

Unknown dijo...

"Me cago en la cara" del pseudo periodista.Ahí están pintados los comunistoides mamertos. Quieren creer que todos los Colombianos somos miopes e iguales de torpes a ellos; no ven más allá de sus narices. Los compadecemos.

ROGELIO VALLEJO OBANDO, Economista Director de NOTAS CÍVICAS. dijo...

Mala cosa esos lenguajes desabridos y nada nobles.El odio feroz que refleja el maleducado caballero es sintomàtico de los que andan enfermos del Alma.

ROGELIO VALLEJO OBANDO, Economista Director de NOTAS CÍVICAS. dijo...

https://youtu.be/fn0YjqxAH6o?t=98

Unknown dijo...

Con todo respeto, no creo que una eminencia en la comunicacion social como usted, pierda la nocion de las palabras y se exprese de esta manera independientemente de a quien se refiera, eso hace que pierda ud la Calidad y el estilo que debe tener todo periodista y lo coloca al nivel de un barrista de "barra brava"...perdon la redundancia...que con ofensas burdas y absurdas pretenden conseguir lectores en un periodico hasta hoy para mi delicioso de leer.
Aclaro que no defiendo ni aplaudo las actuaciones de "a quien ud se refiere" en esta columna, ain embargo sin interes particular lo invito a retomar sus escritos elocuentes y bien elaborados y no se deje llevar por el afan amarillista yburdo del momento.
Con todo respeto.

Anónimo dijo...

Que mal artículo, independiente de lo que ocurrió es una triste muestra de odio sin argumentos y con un título que solo genera más rencor. Es increíble que llegue a ser tal odio hacia una persona que dejen pasar todo lo malo que está sucediendo en nuestro país

salsamenta dijo...

Terrible decir "me cago en tu cara", "me cago en la hostia" o "la puta que te parió" eso es peor que picar gente con motosierras para robarles sus tierras. Dónde queda Colombia? No lo en el mapa de este mundo.

Anónimo dijo...

¿No cree usted que hay maneras mucho más efectivas y contundentes (con datos e información sólida, por ejemplo) de cuestionar y criticar lo que hizo Uribe en Grecia?

Que horror de columna. Y si con semejante introducción tan larga y tan ridícula pretende justificar su vulgaridad en lo que debería ser un debate público con altura, pues apagá y vámonos.

Anónimo dijo...

Qué maravilloso encontrar otro periodista que no le tiene miedo a esa escoria de la sociedad que es Álvaro Uribe. ¡Lo felicito!

P.D. Y qué buena frase la de Vallejo: "La maldad de un ser humano debería medirse en uribes".

Anónimo dijo...

Ahí van saliendo del closet los comunistoides, mostrando su verdadera cara, eso es lo que nos espera si los dejamos llegar al poder, ya hablan duro, sin temores, colocan magistrados, vetan congresistas, regañan al presidente, insultan a la corte, al fiscal y descalifican a cualquiera que se atreva a criticarlos. Estan engendrando mas violencia. Si en las urnas no paramos esto, alguien tendrá que hacerlo después. ...

Anónimo dijo...

Hay q ver quien es mas lacayo, y de paso querer negar una realidad del tamaño de una catedral

Unknown dijo...

Es esta cosa lo que se hace llamar periodista....... Increíble que un diario como El Espectador tenga en sus filas un crapula como este

RESISTENCIA dijo...

VALIENTE Y BIEN ESCRITO. UN EJEMPLO PARA LOS FUTUROS PERIODISTAS.

Anónimo dijo...

Dizque periodista, jajaja. Usted es un simple petardo. Solo hay que observar su sucio vocabulario para percatarse de lo podrida que está su mente. LLore perdedor.

Anónimo dijo...

Felicitaciones muy buen texto, tenga cuidado en este país hay mucho loco suelto, que no soporta que le digan la verdad al paraco mesías que tienen por ídolo.

Anónimo dijo...

JORGE GOMEZ
SU VALENTIA ES UNA INSPIRACION PARA LAS GENERACIONES FUTURAS DE COLOMBIA
PUES COMO VEZ, LA GENERACION ACTUAL ESTA PERDIDA EN LA ESTUPIDEZ Y EL CRIMEN
PORQUE ES CRIMINAL DEFENDER AL PEOR SICOPATA DE LA HUMANIDAD