Este ha sido en parte el motivo por el cual pasé de una infancia en la
que Dios ocupaba la totalidad de mi existencia (alguien me dijo “Dios vigila
hasta tus pensamientos” y eso fue suficiente), a un escepticismo que con el
paso de los años vine a entender como la saludable postura del agnóstico, o sea
la de quien está más cerca del ateísmo que de una fe religiosa pero se niega a
creer que no exista un creador o arquitecto del maravilloso universo que nos
rodea.
Me niego a creer, digo, pero termino por creerle a la ciencia cuando se
manifiesta –esta sí- para afirmar que hasta ahora no se conoce una sola prueba
verificable de la ‘presencia’ de Dios en el planeta que habitamos. No por ello dejo
de asignarle un campito a la eventualidad de que en efecto exista pero le guste
jugar a las escondidas, pues con solo pensarlo se abre una rendija a la
esperanza de que un día nos muramos y… bueno, ustedes entienden: que una
divinidad no inteligible a nuestros sentidos terrenales nos reciba al otro
lado, algo por el estilo.
Es el caso de Moisés, por ejemplo: él llegó un día a su aldea a contar
que mientras apacentaba las ovejas de su suegro Jetro se prendió en llamas una
zarza y desde allí le habló el Señor, quien le habría dicho: “he visto la
aflicción de mi pueblo que está en Egipto y he escuchado su clamor, pues estoy
consciente de sus sufrimientos. Así que he descendido para librarlos de los egipcios,
y para sacarlos de aquella tierra a una tierra que mana leche y miel” (Éxodo
3:3-17).
La gente le creyó a Moisés, tuvo fe en sus palabras y a los ojos de
todos se convirtió en el representante de Dios sobre la Tierra, y arropado en
su condición de líder descubrió que eso era bueno, porque le daba poder sobre
los demás hombres (y mujeres), pero a la vez le significaba una enorme
responsabilidad. Y he aquí que nació la política, directamente emparentada con
la religión: en ese punto de la historia del pueblo hebreo, la personificación
de Jehová en una llama ayudaba a los judíos a calmar una angustia, a paliar una
urgente necesidad de supervivencia.
Moisés aparecía como mensajero de la divinidad para infundirle moral a
la tropa, digamos. Se valió de ese clamor para asumir como propia la lucha de
su gente, y eso fue lo adecuado a la coyuntura que atravesaban. Ahí el relato
bíblico nos muestra a un hombre con una visión política de auténtico líder, que
se vale de un sentimiento religioso (la fe en algo que los salvará) para
conducir un legítimo anhelo de liberación de su pueblo.
Pero también es legítimo preguntarse: ¿y si en lugar de aparecérsele a
uno solito, el Señor se les hubiera aparecido a todos como general al frente de
sus batallones o hubiera aplastado en un santiamén al Faraón opresor mandándole
por ejemplo una sobrecarga eléctrica en un rayo para que pareciera accidente,
en lugar de haber permitido que padecieran tantas penurias desde el momento de
la zarza en llamas, pasando por las siete plagas, hasta cuando por fin lograron
abandonar a Egipto en busca de la Tierra Prometida?
Y si era y sigue siendo su pueblo elegido, ¿por qué el asunto permanece
sin solución a la vista y esos mismos hijos de Israel que fueron oprimidos por
el Faraón aparecen ahora invadiendo y oprimiendo a Palestina? ¿Por qué en lugar
de dejar que se maten entre judíos y palestinos, Dios –el que sea- no aporta
alguna solución salomónica que traiga el milagro de la paz a tan convulsionada
región? ¿Quién o qué se lo impide? ¿Y cuál sería la dificultad en aportar los
“ríos de leche y miel” prometidos, no para unos cuantos sino para todos?
Desde el principio de la humanidad hay algo que no funciona, pues no
se cansan de decir que “Dios todo lo puede”, pero basta con mirar el mundo
actual desde una óptica desprevenida de cualquier prejuicio religioso para comprobar
con ojos atónitos que, sin ánimo de ofender, es muy poco lo que puede. ¿Por qué
Jesucristo resucitó a Lázaro y le devolvió la visión al ciego, pero nos dejó la
dolorosa muerte y no desterró para siempre la ceguera, la locura, la migraña o
el Alzheimer? ¿Por qué las mujeres son seres inferiores en todas las religiones
y en ninguna ocupan puestos de jerarquía? ¿Será acaso porque los guerreros siempre
han sido los hombres y resuelven las cosas entre ellos, así que crean los
dioses a su imagen y semejanza?
Y la pregunta que desde niño me desvela: ¿por qué Dios no se aparece en
vivo y en directo al planeta entero y resuelve de una vez por todas quién es el
único y verdadero, si el Yahvé de los Judíos o el Jesucristo de los Cristianos
o el Mahoma de los musulmanes o el Brahman de los hindúes o el Zeus de los
griegos o el Júpiter de los romanos (“padre de dioses y de hombres”) o el
Quetzalcóatl de los toltecas?
¿Por qué Dios no se cansa de jugar a las escondidas con esta humanidad
agobiada y doliente, y resuelve de un plumazo el misterio manifestándose en
cuerpo y alma, con lo que tenga puesto para ese día? ¿Cuál es el bendito propósito
de permanecer eternamente clandestino, alimentando así las sospechas de quienes
afirman que su silencio sepulcral es la prueba reina de que nunca ha existido? ¿Hasta
cuándo piensa tenernos en semejante incertidumbre, ah?
DE REMATE: Para acabar de atizar la hoguera, al cierre de esta columna
se ha sabido que según la viceministra de Exteriores
de Israel, Tzipi Hotovely, "toda la tierra del Mediterráneo hasta el
río Jordán es nuestra, porque nos la dio el creador". ¿Cuándo comenzó la
involución de humano a pitecántropo, que nos cogió desprevenidos?
8 comentarios:
Me llama poderosamente la atención el "no hay comentarios" al pie de página de su blog. Cada vez que lo leo, confirmo que no los hay porque muy poca gente sabe qué comentarle. Dándomelas de sabiondo, aprovecho la oportunidad divina de hoy 24 de junio para manifestarle que comencé a leerlo desde cuando tuvo el valor civil y hondura sicológica humanística suficiente para relatarnos su experiencia porno (por no ser suspicaz...). Sus preguntas de este día me mueven a comentarle que, caminando por una senda parecida a la suya, también marcada mi niñez por la divinidad que, ojo, a manos de sus ávidos sacerdotes abusa de todos los niños marcando nuestras tabulas rasas con imperios tenebrosos plenos de mentiras, he trabajado arduamente para acercarme también al agnosticismo. Comprobando como hoy leyéndole, que en la medida que una mente se acerca a esferas superiores (consciente de su ignorancia) se separa de las inferiores (atadas a divinidades, magos y sacerdos...). Con la mayor consideración y aprecio,
Muchas gracias por su importante aporte y comentario, don Bernardo.
Dios nos ama es la creencia mas absurda. Ademas d los males q bien mencionas, los defensores d las religiones han masacrado millones por no seguirlos. Alejandro Ordoñez en una reciente edicion. El tambien dice q Dios nos ama, mientras contribuye a la guerra demencial.
Sabe por qué las personas cometen el error de culpar a Dios de todos los sufrimientos? En muchos casos, porque creen que el Dios todopoderoso es el gobernante de este mundo. No conocen una sencilla pero importante verdad que enseña la Biblia. Nos referimos a que el verdadero gobernante de este mundo es Satanás.
La Biblia dice claramente que “el mundo entero yace en el poder del inicuo”, el Diablo (1 Juan 5:19). ¿Verdad que eso lo explica todo? El mundo refleja la personalidad del espíritu invisible que “está extraviando [o engañando] a toda la tierra habitada” (Revelación [Apocalipsis] 12:9). Satanás actúa con engaño, odio y crueldad. Por eso el mundo, que se encuentra bajo su control, está lleno de engaño, odio y crueldad. Esa es la primera razón por la que hay tanto sufrimiento.
no es que poca gente seoa que comentarle tonto,es que hablar con un hipocrita liberal sabelotodo es lo mas aburridor del mundo.
La "valentía" de un anónimo, su mayor escudo es su ignorancia... Magnífico artículo querido Jorge.
Me pregunto que pasa en su siquis cuando ve un atardecer O cuando oye el Aleluya del Oratorio del Mesías, ya que lo conoce, su espíritu que es la misma escencia de Dios no se conmueve? No es ahi donde Dios le responde?. De pontro si mejorará la postura corporal y usará otra foto que no fuera irreverente en su perfil su capacidad extrasensorial mejoraría?
La pregunta, entonces, es: ¿ por qué Dios permite que Satanás gobierne este mundo? ¿ Qué han hecho los miles de inocentes niños que pueblan este mundo para vivir bajo un gobierno como ese?
Publicar un comentario