miércoles, 26 de mayo de 2010

"Lo peor de la condición humana"


En el último debate de Caracol TV, Juan Manuel Santos dijo a modo de queja una frase que lo retrata de cuerpo entero: “la lucha por el poder saca a flote lo peor de la condición humana”. Esto no significa que Santos encarne lo peor, pero sí es (y hay cómo probarlo) entre todos los candidatos que esa noche le acompañaban, el que en su lucha por el poder más se ha manifestado –y obrado- proclive a saltarse lo que se le atraviese para lograr la Presidencia de Colombia.

http://www.semana.com/noticias-opinion-on-line/peor-condicion-humana/139461.aspx

Conviene aclarar que su ambición por la conquista de cada día más poder político es legítima, si no fuera porque los métodos que ha utilizado en tales propósitos no gozan de la misma legitimidad. El primer affaire que en este terreno se le recuerda, alude a la supuesta promoción de un golpe de Estado contra el gobierno de Ernesto Samper, que mencionan por igual Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, el primero en su libro autobiográfico (Mi confesión) y el segundo el pasado 21 de abril desde su celda en Washington: “Juan Manuel Santos nos propuso que hiciéramos una especie de golpe de Estado contra el presidente de esa época, que era Samper. Que le consiguiéramos las pruebas del narcotráfico.” Esa misma versión ya había sido entregada por el propio Mancuso en 2007 ante un despacho de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General, y la última vez lo hizo en una audiencia teletransmitida.

A estos señalamientos Santos respondió afirmando que la Fiscalía archivó una investigación por denuncias similares sobre supuestas maniobras suyas contra Samper, y agregó que “están tratando de sacarse el clavo”. Sea como fuere, se trata de la palabra de uno contra otro –porque Castaño ya está muerto- y la verdad sólo saldría a flote si alguien aportara una prueba testimonial. (Como parece que sí la hay en la acusación del ex policía Juan Carlos Meneses contra Santiago Uribe Vélez: según el premio Nobel de Paz, Adolfo Pérez Esquivel, una grabación que posee el denunciante involucraría incluso al presidente Uribe).

Regresando al tema inicial, lo que incomoda en la citada frase de Santos es que si hay algo que en realidad expone lo peor de la condición humana, es la ocurrencia de más de 2.000 casos comprobados de ejecuciones sumarias (no extrajudiciales, pues éstas sólo se dan en países donde está aprobada la pena de muerte), conocidas y pregonadas como ‘falsos positivos’ para atenuar así su condición de delito de lesa humanidad. Coincidimos con lasillavacia.com en que desde el ministerio de Defensa “el candidato de la U tomó medidas importantes para ponerles fin a estos crímenes al interior del Ejército”, entre ellas la destitución de 27 oficiales y la creación de una unidad especial de 20 fiscales para investigar los casos, pero lo sorprendente es que estando él al frente de la responsabilidad mayor, una cadena de ejecuciones tan macabra y “sistemática” (según Naciones Unidas) no le haya representado ningún costo político, y por el contrario sea hoy el ungido para continuar la tarea de la Seguridad Democrática iniciada –e impuesta a sangre y fuego- por Álvaro Uribe.

Por algo mucho más nimio, como fue el ingreso de unos seis millones de dólares a su campaña, Ernesto Samper casi no pudo gobernar y su mandato se le convirtió en un verdadero infierno, pues no quiso asumir la responsabilidad política que le correspondía –con su renuncia a la Presidencia- ante la presencia comprobada de esos dineros calientes, así hubieran entrado a sus espaldas. A las espaldas de Santos también ocurrieron (sin duda) esos centenares de asesinatos de inocentes, pero lo políticamente ético habría sido que se hiciera a un lado, mientras la justicia investiga y condena –o absuelve-, en la medida en que fue bajo su mando que se presentó lo que nadie dudaría en calificar como “lo peor de la condición humana”.

Hay otros sucesos en los cuales el ‘todo vale’ también ha primado en la búsqueda de resultados, como la utilización adrede de emblemas de la Cruz Roja para obtener una victoria táctica (operación Jaque), o la invasión de un país vecino para eliminar a un importante enemigo. O, para no ir tan lejos, la utilización de una cuña radial que imita la voz del presidente Uribe con la única intención de engañar incautos, y en esta misma onda la transmisión hasta en la sopa de un comercial reciclado de TV que presenta como gran novedad (“más trabajo”) lo que ya había usado J.J. Rendón con calculado éxito, una vez en México y otra en Honduras.

Por todo lo anterior, no se caería en riesgo (¿o sí?) de equivocación al afirmar que Juan Manuel Santos es el candidato menos indicado para quejarse porque “la lucha por el poder saca a flote lo peor de la condición humana”.

jorgegomezpinilla@yahoo.es

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