http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/perfido-jaque-al-jaque_4438434-1
La filtración –mediante venta, pues nadie creería que fue gratis- del video de la Operación Jaque donde se comprueba el uso “deliberado” (según Rafael Santos, codirector de El Tiempo) de un chaleco con el emblema “sagrado” (ibídem) de la Cruz Roja, permite por un lado constatar que los extremos se juntan, mientras por otro deja flotando una serie de álgidos interrogantes:
1. Del mismo modo que el ministro de Defensa habló de “traición a la Patria”, alias Iván Márquez afirmó que el éxito de la operación recayó en “dos traidores (alias César y alias Enrique Gafas), quienes a su vez fueron traicionados por los generales y el Gobierno”. ¿Acaso ambos tienen la razón?
2. Si ya resultaba dudosa la primera versión dada por el Presidente, según la cual un soldado antes de aterrizar habría calmado sus nervios mediante el uso de ese “peto” (lo cual haría pensar que quizá lo compró a escondidas en un San Andresito y lo camufló entre sus haberes), la segunda implicaría que tanto al directo responsable de la operación –el comandante del Ejército, Mario Montoya- como al Ministro de Defensa y al Presidente de la República no sólo les ocultaron el uso de dicha prenda, sino… ¡la existencia del video!
3. Por mucha tierra que se le quiera echar al asunto, el que peor parado queda es el Ejército, pues “por la plata baila el perro”, lo cual se traduce en que ante la posibilidad de un dinerillo extra, ni en sus propios hombres de la Inteligencia se puede confiar.
4. A sabiendas de que se trata de una interpretación perversa (o pérfida, para estar a tono), ¿pudo haber en la filtración del video algún interés en perjudicar las aspiraciones presidenciales de Juan Manuel Santos?
5. Como un hecho concomitante –y por extraño que parezca- la imagen del presidente Uribe siempre sale fortalecida ante los errores y/o engaños de sus subalternos.
6. Si para el caso en cuestión –la liberación de los secuestrados- “el fin justifica los medios” (en lo cual coincide el 91 por ciento de los colombianos), ¿unas ‘piadosas’ mentirillas adicionales no serían parte de esos mismos medios?
7. Hablando de los otros medios, no deja de ser paradójico que haya sido el más áulicamente oficialista, el canal RCN, el que puso en mayores aprietos ante el mundo al Gobierno, con su “primicia internacional”.
8. Por cierto, ¿por qué durante la ‘recepción’ que hasta la medianoche les ofrecieron a los recién liberados en Palacio (algún chistoso afirmó que el Gobierno los secuestró por “un ratico”), tanto el Presidente como el Comandante del Ejército les preguntaban tanto si habían visto o no emblemas de entidades humanitarias?
9. ¿Y por qué la propia Íngrid afirmó no haberlos visto si, además de los vistosos emblemas in situ de la Cruz Roja, Telesur y Ecuavisa, el helicóptero salvador portaba el de “Misión Humanitaria Internacional” (una falsa ONG) hasta en su barriga?
10. ¿Tuvo algo que ver la tímida reacción del CICR –que del crimen de guerra conocido como “perfidia” pasó a hablar de “violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH)”- con el hecho de que Colombia es el mayor aportante del continente a la Cruz Roja?
11. Y ¿por qué no hay –ni habrá, al parecer- un solo responsable directo por esta violación al DIH?
Sea como fuere, es obvio que este pérfido jaque a la Operación Jaque no le causará mayor daño a la imagen del Gobierno –al menos en lo interno, como siempre- y se terminará aceptando la (última) versión oficial, porque “la historia la escriben los triunfadores”.
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