Un dicho popular algo
procaz -aunque veraz- resume la dramática y demoledora situación que hoy vive el
departamento de Santander: “estamos cagados y con el agua lejos”. Y la
explicación de lo que pasa la trae el paisano Puno Ardila en columna para Vanguardia: “cuando se llama a elecciones puede
decirse casi con certeza quiénes serán los elegidos, porque cada voto tiene
detrás ignorancia y necesidad”.
Aterrizando en lo que nos
ocupa, en días pasados el coronel Hugo Heliodoro Aguilar -exgobernador de
Santander que acaba de hacer elegir en el mismo cargo a su hijo Nerthink
Mauricio- fue detenido por orden de la Corte Suprema, y al día siguiente
ocurrió lo mismo con el actual gobernador, Didier Tavera Amado: un juez de la
República le impuso detención domiciliaria por su presunta responsabilidad en la
entrega del Programa de Alimentación Escolar (PAE) a Surcolombiana de
Inversiones, por 35.767’321.026 millones de pesos, mediante proceso licitatorio
cuyos requisitos hicieron que solo se pudiera presentar ese proponente. (Ver noticia).
En lo referente al coronel
Aguilar, la trampa que lo tiene preso estuvo en que se declaró insolvente para
pagar la multa de 6.400 millones de pesos que la Corte le decretó tras ser condenado
a nueve años de prisión por su alianza con el Bloque Julián Bolívar de las AUC,
que le sirvió para hacerse elegir gobernador en 2004. Aguilar llegó a un
acuerdo con la Unidad de Victimas para cancelar la ridícula suma de 500 mil
mensuales, pero cuando disfrutaba de libertad condicional la periodista Diana
Saray lo vio manejando un lujoso Porsche avaluado en más de 350 millones de
pesos.
Esto despertó el interés
investigativo de Daniel Coronell, quien encontró que el vehículo figuraba a
nombre de Yeison Albeiro Sáenz, un campesino que para la fecha en la que
Aguilar fue gobernador recibía un subsidio rural de seguridad alimentaria,
destinado a campesinos pobres. (Ver columna). La Procuraduría puso los ojos en tan anómala
situación y pidió a la Corte que le revocara su libertad condicional, y el
resultado final es lo que ya se sabe: el papá del gobernador elegido en la
cárcel, acusado de fraude procesal. Sumado a lo anterior, el año pasado fue llamado
a juicio por enriquecimiento ilícito y lavado de activos en un caso que también
involucra a su exesposa Mónica María Barrera (ver noticia).
Para empeorar la situación,
el político santandereano que hoy goza de mayor prestigio es otro farsante,
Rodolfo Hernández, quien acaba de hacer elegir alcalde de Bucaramanga a Juan
Carlos Cárdenas, cuyo mayor mérito fue haberse desempeñado durante 27 años como
ejecutivo de la multinacional mexicana Cemex. Pese a que Hernández pregona a
los cuatro vientos defender el agua de Santander, a esta empresa se le ve muy
interesada en venderle a Minesa los 2’110.786 toneladas de cemento (según columna de Débora Escudero) necesarias para construir los túneles cuando el gobierno le conceda licencia para extraer el oro
que reposa en las entrañas del páramo de Santurbán.
¿Y por qué dijimos atrás
que el exalcalde Rodolfo Hernández es un farsante? Primero, porque se hizo
elegir mediante engaño al elector con una “Carta de compromiso” donde decía que
“de resultar elegido (…) adquiero ante usted el compromiso de: Garantizar su
participación en el programa 20.000 hogares felices de su grupo familiar.
Garantizar a una de los integrantes de su familia, con edad entre los 15-24
años, el acceso a un empleo de 4 horas, remunerado con ½ salario mínimo”. (Ver Carta
de compromiso que nunca
cumplió).
Segundo, porque apenas llegó
a la alcaldía encargó a su hijo Luis Carlos para que, luego de entregarle a Vitalogic
el contrato -redactado en la propia casa del alcalde- por el manejo de las
basuras del área metropolitana durante 30 años, dicha firma les reconociera una
suma cercana a los dos millones de dólares. Después de destapado el chancuco el
alcalde afirmó que “mi hijo fue un estúpido” y que “no me contesta el teléfono,
se escondió, no abre la puerta del apartamento", pero una investigación de Juan David Laverde para Noticias Caracol demostró que
siempre estuvo enterado de los pasos de su hijo: “Ya mi papá habló hasta con
Florín, el rumano, el de los de Vitalogic. Ya eso es un hecho. Toca ahora
esperar”.
No vamos a negar que la
alcaldía de Hernández tuvo cosas positivas, como haber derrotado la
politiquería (o sea a la competencia) incrustada en el Concejo, o entregarle a
su sucesor unas finanzas saneadas, pero no adelantó una sola obra digna de
recordación. Y si de promesas cumplidas se ha de hablar, cumplió la de “hacerse el pingo” con el transporte pirata (para ganarse
esos votos adicionales) y es esto lo que hoy tiene a Metrolínea al borde de la
quiebra.
El peligro representado en
Hernández radica en que detrás de su careta de luchador contra la corrupción
parece esconderse una soterrada alianza con el uribismo hacia la presidencia,
según se desprende -en parte- de una declaración dada al programa antioqueño Nos
cogió la noche, donde dijo que “yo tengo una deuda de gratitud con el
doctor Uribe, él me ayudó a mí”. (Ver declaración).
“Cagados y con el agua
lejos” quiere decir que la solución de un problema estaría a la vista, pero luce
imposible de alcanzar. En el caso que nos ocupa, la solución habría sido que
los santandereanos hubieran elegido a un hombre honrado y culto como Leonidas
Gómez, pero terminamos por preferir al hijo de un individuo corrupto y tramposo
al cual más, salido de las entrañas del paramilitarismo.
Así las cosas, ¿quién no se
va a sentir indignado y ‘arrecho’ con lo que tendremos que aguantar los
próximos cuatro años en Santander…?
DE REMATE: En artículo publicado en Elespectador.com el pasado viernes 13 de diciembre,
titulado Las maniobras del coronel Hugo Aguilar para quedarse con la CAS,
hablé de las “componendas, alianzas non sanctas y jugadas por debajo de
la mesa” que estaría haciendo el coronel Hugo Aguilar para apoderarse de la
Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS). Aunque ahí no hice ninguna
acusación contra Luis Francisco Oliveros, uno de los candidatos a dirigir dicha
entidad, este envía una carta donde expresa sus puntos de vista y hace algunas
precisiones, la cual puede ser consultada en este enlace.
2 comentarios:
Lo invito a que siga investigando sobre una hacienda en el páramo de la salud.
Un proyecto en el cual estafaron y robaron a muchas familias de escasos recursos, un proyecto en el cual no hubo viabilidad para las personas que compraron dicho proyecto, pero si la hubo para el señor exgobernador Hugo Aguilar.
De ese proyecto mi padre fue víctima, al cual le robaron alrededor de seis millones de pesos en esa entonces, momento en el cuál mi padre fue víctima de desplazamiento por parte de los paramilitares, les hablo de hace alrededor de 18 casi 19 años.
Sí Sí estoy mal, esa hacienda el testaferro de Hugo Aguilar para esa hacienda es la suegra.
Hasta el momento, a ninguna de las familias que invirtieron su dinero en ese proyecto le devolvieron ni un solo centavo.
El tema me interesa, pero necesito que usted me dé mayores referencias para poder hacerle seguimiento. Le invito a que me escriba a jorgegomezpinilla@yahoo.es
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