Esta es una de esas columnas difíciles de escribir porque trata sobre
cosas sucias, pero constituye un deber con la Historia contarlas, para que
quede huella imborrable de la ignominia.
De un tiempo para acá se ha desatado por las redes sociales una
demoledora campaña de propaganda negra orientada a confundir a la población,
que centra su accionar en utilizar a figuras públicas de inmenso
reconocimiento, a las que se les ve manifestándose a favor del NO en el
plebiscito.
Primero fue el
caso de Juanes, y detrás de este se han venido con una lluvia de basura que
no respeta prestigio ni valía. Juan Gossaín ya ha sido utilizado dos veces, y
en esta segunda ocasión fue con una diatriba en la que arremete contra Santos
diciéndole cosas como “No es desconocido que usted perteneció a los grupos alzados
en armas, como el ‘Comandante Santiago’. ¿Es usted sí o no Señor Presidente el
comandante e ideólogo de las FARC?”.
A Pirry lo acaban de usar sosteniendo entre sus dedos un letrero a favor
del NO, por lo que le tocó salir a explicar con un video lo que decía el letrero original
antes del montaje.
Y en días recientes circuló por Whatsapp entre empresarios de
Santander un documento que luego se viralizó en redes sociales, atribuido a la
historiadora Diana Uribe, donde la supuesta autora pretende desmontar “seis sofismas
basados en premisas falsas”, y del que cito la cuarta: “Es que a las FARC no
las hemos podido derrotar: Falso. Estaban derrotadas y escondidas en
madrigueras como ratas y reducidas a su mínima expresión gracias a la seguridad
democrática. Resucitaron y se fortalecieron con una política de mano tendida y
apaciguamiento en este gobierno”.
Ya Diana Uribe desmintió
la autoría de ese libelo, pero no sobra aclarar: las FARC no estaban
derrotadas sino golpeadas, y fue precisamente por los golpes que recibió de Uribe
y de Santos (o ¿quién les mató a su comandante Alfonso Cano?) que se sentaron a
negociar. Pero ese no es el tema que nos ocupa, sino comprobar escandalizados que
los ‘creativos’ del uribismo en su desvergüenza se metieron hasta con la persona
que más conoce de conflictos armados en otras latitudes, y que asumió como
propia la causa de contribuir a afianzar la reconciliación nacional con videos
como este, titulado “Dejemos
de matarnos: el espíritu del acuerdo de paz”.
Y faltaba ‘la tapa’, como dicen las señoras, con el montaje que le
hicieron a Nairo Quintana después de que, tras alcanzar el liderato en la
Vuelta a España, publicó una foto con su esposa y bebé en brazos portando un
letrero que dice “Colombia,
SÍ a la paz”, el cual cambiaron por uno donde se lee “Digo NO al plebiscito
y a la falsa paz”.
Las fuerzas oscuras del uribismo están apuntando a la yugular de la
paz, sembrando confusión. Todos los días sabemos de casos que muestran a
figuras notorias expresando mediante montajes su apoyo al NO o su rechazo
visceral al gobierno Santos, y no se ha sabido de nadie del Centro Democrático
ni de la Procuraduría General de la Nación que hayan condenado dicha campaña de
propaganda sucia, por una sencilla razón: porque son sus directos beneficiarios.
Detrás de la fabricación de tantas toneladas de basura debe haber legiones
de personas contratadas para trabajar desde las alcantarillas de la red, y su
accionar recuerda los oscuros vínculos que se conocieron entre la campaña de
Óscar Iván Zuluaga a la presidencia y el hacker
Andrés Sepúlveda, cuyas confesiones condujeron a la orden de arresto para
el ‘asesor espiritual’ del Centro Democrático, Luis Alfonso Hoyos, la cual acaba
de ser ratificada por la Sala Penal del Tribunal
Superior de Bogotá pero no se pudo hacer efectiva porque el sujeto siguió
la misma recomendación que en su momento recibiera Andrés Felipe Arias: huyó a
Miami.
Hoy en la campaña por el plebiscito la trama se repite de manera casi
calcada, y de ello da cuenta un trino del escritor Héctor Abad Faciolince: “¿Han
notado que hay un nuevo ejército de trollers contratados por el No? Todos
tienen entre 3 y 30 seguidores. Moscas que zumban”. (Ver trino).
Que zumban entre la ‘mierda virtual’ que ellos mismos producen, si se me
permite el atrevimiento.
Hablando de cosas sucias, en días recientes se conoció un video donde
aparecen los expresidentes Álvaro Uribe adelante y Andrés Pastrana detrás suyo haciendo
la ‘presentación en suciedad’ de su alianza a favor del NO. Valga decir que ahí
la memoria traiciona a Pastrana, pues hace cuatro años decía de su ahora socio
político cosas como esta: “Mis asesores están siendo llamados al nuevo
gobierno, los de Uribe están siendo llamados a indagatoria” (Ver
declaración). O como esta: “A mí explíqueme cómo Uribe
se sentó con el narcotráfico, con el cartel de Medellín y con los
paramilitares, y no le da la oportunidad a Santos de hacer un proceso con la
guerrilla”. O como esta: “la llegada de José Obdulio Gaviria al Senado es un premio
al narcotráfico”.
Si el que ha dicho esas cosas hoy se hace detrasito de su vilipendiado,
tiene que ser porque es un hombre sin escrúpulos. ¿Y para qué se ubica como segundón
a cubrirle la espalda a Uribe? Para escucharle al
final del video hablar de su “preocupación por el peligro de Colombia al entregarle
la Patria a las Farc, reflexionemos.” Y es cuando uno reflexiona, y la memoria
traiciona de nuevo al hijo díscolo de Misael entregándoles a las FARC durante
cuatro años una extensión de Patria dos veces superior al departamento de
Santander. Y para colmo del absurdo: ¿cómo olvidar que Uribe llegó a la presidencia
montado sobre el fracaso del proceso de paz del Caguán, liderado por Pastrana?
¿Será que estamos locos, Lucas? ¿O qué será lo que buscamos…? ¿Alguna
cosa sucia, como por ejemplo impedir que Santos SÍ consiga la paz que nosotros
NO alcanzamos?
DE REMATE: El eslogan de los partidarios de la ratificación del ‘Acuerdo
final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera’
debería ser ¡OBVIO SÍ!
1 comentario:
it could even turn into another cinematic series for solarmovie Dornan to revisit every couple years.
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