En su columna del domingo pasado Héctor Abad Faciolince plantea una
preocupación razonable, en cuanto a que fuerzas de extrema derecha pudieran
estar planeando algo para inclinar el plebiscito a su favor, y lo enmarca en
este contexto: “Los enemigos de un país en paz han sido capaces incluso de
atentar contra los propios aliados, para poder acusar a los del otro bando”. (Ver columna)
Esto trae a la memoria el asesinato del dirigente conservador Álvaro
Gómez Hurtado, aún impune, cuando la hipótesis más fuerte de su autoría
apuntaba a un grupo de militares golpistas que con su muerte habrían buscado
propiciar la caída del gobierno de Ernesto Samper. Sin salirnos del tema, también
permanece en total oscuridad el asesinato del general Fernando Landazábal
Reyes, de quien el político Pablo Victoria cuenta en su libro ‘Memoria de un
golpe’ que un día se le acercó y le dijo: “Quiero hablar con usted, porque ya
sé quién mandó asesinar a Álvaro Gómez”. Quedaron de verse el 13 de mayo de
1998, pero la cita quedó trunca, porque el día anterior fue asesinado cuando
salía de su casa.
Si de ‘fuego amigo’ se ha de hablar, otro caso que también permanece
en el limbo es el atentado con carro-bomba contra Germán Vargas Lleras la noche
del 10 de octubre de 2005. No había pasado ni una hora del estallido cuando el
director del DAS, Jorge Noguera, ya tenía una hipótesis. “Todo apunta a las Farc”,
le dijo al entonces senador en la Escuela de Caballería esa misma noche.
Vargas, hasta ese momento miembro de la coalición de gobierno de Álvaro
Uribe, no le creyó y aseguró que había recibido informes sobre la posible
participación de “un organismo de seguridad del Estado”. Hechos posteriores
habrían de darle la razón, porque en un archivo confidencial del DAS apareció
un registro comprometedor. En una investigación de contrainteligencia con fecha
noviembre de 2005, dice: "Posiblemente el atentado realizado al doctor
Germán Vargas Lleras lo realiza un civil que tiene un familiar en el DAS, quien
le suministra los explosivos". Y en el mismo registro se evidencia que el
detective que tenía a su cargo la investigación decidió interceptar el correo
del sospechoso y pidió "establecer cuándo salió del esquema del
senador". En otras palabras, era uno más del equipo de escoltas de Vargas
Lleras.
Unas semanas después el caso le fue asignado a un investigador diferente
al que inició las pesquisas, y este lo archivó al poco tiempo. ¿Por qué se
cerró la investigación de modo tan abrupto? La pregunta permanece sin
respuesta, pero en su búsqueda conviene aportar algunos elementos que ayudarían
a armar el rompecabezas:
Unos minutos después del estallido, Germán Vargas recibió una llamada
que lo hizo dudar de que hubieran sido las Farc, y parte de la información
recibida la transmitió en esta declaración: "El conductor que se me asignó
por el DAS, ese día no fue a trabajar. Y las versiones que dio sobre su ausencia
fueron contradictorias. Además, luego supe que no era un funcionario de planta,
que era de Santa Marta y que estaba por contrato hacía tres meses".
Primero le dijeron que el conductor estaba recibiendo un curso ese día, pero se
comprobó que nunca hubo ese curso. Después, que era que había mandado a arreglar
el carro. Sin embargo, nadie le advirtió al senador sobre su ausencia. (Ah, y por
coincidencia el hombre era samario, como Noguera, pero no voy a entrar en
conjeturas).
Hubo otros dos episodios que también despertaron suspicacias. Primero,
el DAS mostró un retrato hablado falso del supuesto hombre que compró el carro
para el atentado. ¿Con qué intención? Se le preguntó a Noguera y mandó a decir que
el propósito había sido despistar al verdadero comprador del carro, al que ya
tenían ubicado. No obstante, ese hombre nunca apareció. Segundo, siete días
después del atentado el DAS informó que le había pedido ayuda investigativa al
FBI. Pero la Policía desmintió esa información y la Embajada de Estados Unidos también
lo negó.
Un tercer hecho llamativo es el grado de alteración –por no decir
nerviosismo- que mostró el presidente Uribe después de que Vargas Lleras
saliera ileso del atentado. Al día siguiente, se fue a despachar desde el lugar
donde había explotado la bomba. Según El Tiempo, "a gritos, llamadas por
celular y con la ayuda de un megáfono, Uribe armó todo un operativo. (…) Durante
las tres horas y media que estuvo en el lugar daba órdenes a sus ministros,
repartía declaraciones a los periodistas, arengaba a los bandidos, consentía a
los damnificados y pedía ayuda a todo el que veía pasar a su lado" (Ver artículo).
Luego, manifestó su enojo porque no lo habían enterado sobre la posible
participación de agentes de la fuerza pública, como lo había insinuado Vargas
Lleras en sus declaraciones. "Me extraña que le hayan dicho eso a los
medios y que no me lo hayan dicho a mí…. Me parece deslealtad, porque todos
conocen la manera transparente, resuelta, imparcial como he procedido",
dijo Uribe.
Hablando de procederes, está lo que le dijo Vargas Lleras a Vicky
Dávila para su libro ‘En honor a la verdad’ sobre una llamada que recibió de su
esposa, quien en medio de la conmoción le transmitió el temor de que el
gobierno pudiera estar involucrado: “la conversación privada que yo tuve con
ella, la pusieron en conocimiento del presidente en minutos. Seguramente eso
explica la rabia que tenía cuando concurrió a la Escuela de Caballería. Eso le pasa
por interceptar ilegalmente a las personas".
Dos semanas después del atentado, Jorge Noguera renunció a la
dirección del DAS. En ese momento se interpretó su salida como producto de
fricciones con el subdirector, José Miguel Narváez, pero a la luz de estos
hechos podría inferirse una razón diferente para su retiro.
Hay quienes creen que el verdadero propósito del atentado era sacar a
Vargas Lleras del camino porque podía ser un obstáculo a la intención de Uribe
de hacerse reelegir, pero se dirá que eso ya es hilar delgado. Sea como fuere, el
que resultó más astuto y terminó remplazando a su patrón fue Juan Manuel
Santos, mientras a Vargas hoy se le ve coqueteándole al uribismo, porque sabe
que sin esos votos no puede cuajar el anhelo de ser presidente.
¿Sería por eso que en lugar de exigir resultados sobre los autores del
atentado, al final prefirió pasar de agache?
DE REMATE: Primero Andrés Pastrana adhiere al NO como segundón de
Uribe, y luego le pide a Santos que le consiga una cita con Timochenko “a la
mayor brevedad”. No sabemos si fue que se volvió bipolar, pero los costeños
tienen una sonora expresión para eso: ¡Manda es cáscara!
3 comentarios:
Desde que supe que el DAS estaba involucrado, me dí cuenta que Uribe estaba detrás de esa bomba. Yo no creo que es "hilar delgado"el pensar que Uribe quería sacar a Vargas LL de la competencia en su carrera por la reelección. Urie ha ordenado matar a personas por mucho menos. Esto me recuerda al sospechoso accidente donde murió Fernando Garavito. No se me quita de la mente que a él lo ordenó matar Uribe y para eso prepararon cuidadosamente un accidente de carro en el Estado de New México, donde trabajaba. Como en las películas, el carro aparece en el fondo de un precipicio, incendiado, con el cadáver adentro. Sin testigos. Acuérdense que Garavito se fue a los E.U precisamente porque había recibido creíbles amenazas de muerte después que salió a la calle el libro de su co-autoría, El Señor de la Sombras...Qué no se podría esperar de Uribe si alguien se le hubiese atravesado a la presidencia? Excelente artículo y bien documentado.
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En Colombia, como en el resto del mundo, la tendencia es la polarización de fuerzas en disputa por el poder, pero lo mas sobresaliente es que esas fuerzas son etéreas cuando de asumir responsabilidades se trata. Una vez que han actuado, y de pronto se dan cuenta que no han tomado la mejor decisión, se escapan como el agua entre los dedos de la mano. La opinión expresada a través del titular "del no mas farc al no mas uribe", es un recuento de las actitudes tendientes a buscar un responsable del limbo juridico politico en que nos encontramos. Sin embargo, al mismo tiempo que buscan responsabilidades, omiten consciente o inconscientemente, la verdadera causa de la crisis. ¿Es Uribe el responsable de la anomalía juridica politica presentada a partir del 2 de Octubre con el triunfo del NO?- Toca decir en contra vía de la opinión de muchos, que no es el responsable. Uribe es solo un voto. No obstante el resultado del plebiscito superò los 6 millones. Ahi estan los responsables, los que colocados en la disyuntiva de guerra o paz, se inclinaron por la guerra; que fueron engañados; que no les importa la guerra porque ellos viven en la ciudad; que los pastores "cristianos" los llevaron a las urnas como mansos neuro-eunucos; que el opus dei encarnado en el ex funcionario con tendencias neonazis influyo con su concepción filosófica de la ideología de genero los emberracò, eso no es excusa.
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