domingo, 22 de enero de 2023

¿Crear medios gobiernistas? Lo que falta es estrategia

 


Tomado de ElUnicornio.co (Octubre 5 de 2022)

 

No dejó de causar preocupación ver al mismísimo presidente de la República defendiéndose en las redes sociales de los ataques recibidos por la calidad de las sábanas y los edredones que adquirió el Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE) para las habitaciones del Palacio de Nariño. Esto muestra que no hay equipo ni estrategia para salirles al paso a esos ataques, y es reflejo del descuido que la izquierda siempre ha mostrado en el manejo de las Comunicaciones.

 

Lo más preocupante en últimas es que algo que les habría servido como oportunidad dorada para sacar pecho (las pésimas condiciones en que recibieron esas habitaciones y lo que hicieron para dotarlas como corresponde) terminó convertido en crisis contra el mismo gobierno. Lo que habrían podido presentar como remedio se les volvió enfermedad, y les tocó tanto a Petro como a su principal escudero, Gustavo Bolívar, salir a dar explicaciones apresuradas.

 

Por eso es que en lugar de amainar una tormenta súbita que les estalla en la cara, se trata es de preverla y estar preparados para actuar. O sea, prevenir en lugar de curar. Y esto pasa por contar con algo que recibe el nombre de “planeación estratégica”. Mejor dicho, habría bastado con recurrir al análisis DOFA que habla de debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas, para entender que lo que tenían a la mano como una Fortaleza (las imágenes de unas cortinas rotas y hasta las camas sin sábanas, en fin) terminó siendo captado por el grueso público como Debilidad flagrante. Despreciaron la Oportunidad, y la falta de previsión se les transformó en Amenaza. ¿Por qué ocurrió esto? Porque no tienen estrategia, digámoslo sin ambages. ¿Tienen al menos equipo? No lo sé.

 

Coincidente con el tema, Alfredo Saade lanzó un trino donde dijo que “El presidente Petro debe montar urgentemente un canal de televisión para que el país se informe de verdad. Los medios de la oposición son fuertes y solo envían guiones contra el gobierno del cambio”. (Ver trino)

 

Esta apreciación del pastor evangélico forma parte del desenfoque, pues no se trata de adoctrinar, sino de convencer. Si bien la segunda parte de su trino es cierta (que los medios de oposición son fuertes) lo que menos importancia tiene desde una perspectiva estratégica es crear uno o varios canales o medios que difundan la versión oficial de las cosas, pues esto será visto como propaganda gobiernista, a la que audiencias cada vez más críticas les hacen el quite.  

 

Tener una estrategia propia pasa entre otros aspectos por no convertirse en caja de resonancia de medios como Semana, dedicados a crear escándalos ficticios con titulares amarillistas, cuyo objetivo es provocar la reacción de sus contendores para crecerse en la atención de tirios y troyanos.

 

Nos referimos en particular a la edición que titularon “Pánico en la salud”, en cuya trampa el petrismo cayó redondito cuando se dedicaron todos a una a enfrentarla, comenzando por el presidente del Senado, Roy Barreras, quien respondió diciendo que “esa carátula perversa para generar pánico social y pánico económico puede ser delito (art 302 cp)”. (Ver trino) Es cierto, ese titular configura el delito de pánico económico, pero a esta modalidad acude la directora de ese medio porque sabe que está protegida por una Fiscalía cómplice, uribista hasta los tuétanos. O sea que responder a semejante libelo es ayudar a encender la mecha de la bomba que la hace estallar. ¿Qué se debe hacer, entonces? En la medida de lo posible, ignorarlos.

 

Antes que crear medios propios, la estrategia de comunicaciones debería apuntar entonces a dos aspectos estratégicos claves: uno, fortalecer los medios aliados; dos, tener inserción dentro de los medios tradicionales para la divulgación de sus mensajes.

 

En cuanto a lo primero, se trata de revertir la torta y enfocar la pauta hacia los medios que han apoyado o contribuyeron a hacer posible el triunfo del Pacto Histórico. Ahora bien, no se trata de voltearles la espalda a los medios tradicionales, pues siguen contando con grandes audiencias, que no se deben dejar en manos de quienes son expertos en el arte de la manipulación ideológica.

 

Este es un punto clave, y en tal dirección mi propuesta apunta a contratar la divulgación de mensajes que muestren el punto de vista del gobierno en ejercicio. Esto en últimas era lo que hacía el gobierno anterior con medios como RCN, Red + Noticias o Caracol, mediante una verdadera avalancha de pauta oficial de las más variadas entidades, para así ocultar las falencias del régimen y hacer ver como que todo marchaba a pedir de boca.

 

Pero no se trata de actuar como con Noticias Caracol, que durante el gobierno anterior estuvo dedicado a presentar informes que destacaban el optimismo empresarial y mostraban un supuesto crecimiento constante de la economía, mientras aparentaban objetividad con sesudas investigaciones que denunciaban casos de corrupción, sobre todo entre las filas del Ejército y la Policía, pero nunca tocaron la figura del presidente Duque. ¿Por qué? Porque la mayor parte de la contratación era ordenada por la Presidencia. 

 

Ahora, aplicando un criterio de austeridad en el gasto pero a la vez de eficacia en el manejo de las Comunicaciones, se podría pensar en contratar a esos mismos medios para la divulgación diaria de mensajes o videos cortos en un formato atractivo, con contenidos de fácil comprensión, que den cuenta de los verdaderos alcances y realizaciones del gobierno del Pacto Histórico.

 

Así las cosas, el propósito ulterior de una estrategia de Comunicaciones coherente por parte del gobierno del Pacto Histórico debe ser la de no permitir que la verdad de las cosas se vea tergiversada por quienes desde los medios de comunicación tradicionales siempre han tenido la sartén por el mango.

 

Y ya para terminar, como dicen los edictos oficiales, “publíquese y cúmplase”.

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